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Mostrando las entradas etiquetadas como INMEMORIA-PADRE

SOLDADURAS

ELEGÍA PARA MI PADRE DIEGO   "Un segundo hubiese bastado para dar marcha atrás, rebobinar un tiempo, salir despacio sin despertar a la bestia... un segundo y la vida hubiese seguido tal cual ayer fuera" autora extremeña. c.h.r   SOLDADURAS   El cuerpo se rompe,   se desmiembra disparado   y tu cabeza vuela, queriendo   no estar ahí.   ¡intenta, intenta, intenta!   pero...   -no consigue-   salir corriendo como brazos,   piernas, vísceras...   La vida te zarandea   llegando a una nube   donde encontramos de todo:   imágenes   dichos   festejos   regañinas   -alguna que otra regla-   y, el mayor de los dilemas   con emociones y tiempos   reales, presentes y agónicos   de in-futuros.   ¡La muerte! sí, esta vez tuvo   nombre y apellidos   cariño y afecto   filia -aprehendió- esa parte de..   mi unidad   una parte donde yo, era.   Y marchó, deshaciendo   con su mordida, dejando

TE DIGO...INMEMORIA

TE DIGO   Padre y se llena mi boca de olor a campo de hinojo bautizado en la clareada mañana. Digo tu nombre y todo él se adueña de mis ojos arrodillados en tu figura cansada y aquel ritual de silla de nea y botas de Segarra con resto de campo en sus suelas. Te digo padre y llueven lágrimas silenciosas y taciturnas que nostálgicas buscan en mi niñez tu recuerdo más distante y cercano porque en ellos tu figura se alza resistente e invulnerable a cualquier tipo de desgano en él. Sé que el tiempo muerde y araña los recuerdos queriéndoles parecer de un color sepia e inerte ¡Pero no! ni siquiera la muerte aprendió apearte de aquella imagen primera que de niña retuvo mi cabeza sigues, ahí sigues siendo tú mi padre Oliendo a espliego y tomillo de camino a casa por la misma vereda. 19.3.2015 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora foto del

CIEN CIPARISOS... CIEN PREGUNTAS

CIEN CIPARISOS... CIEN PREGUNTAS No pudieron hablarme de ti... Ninguno respondieron todos miran a lo alto ninguno respondieron a mis preguntas ¿Cómo estás? ¿Estás bien? ¿Sientes algo? ¿Sabes que estoy aquí? ¿Sabes que te extraño? Sabes... sabes... sabes... Yo no sé No sé qué hago tocando este mármol níveo y helado Por qué intento recoger aquel -tu calor- de antaño Por qué esta tarde mientras las nubes lloran y el cielo gris rompe en sollozo y patalea ¡Yo! solo intento sentir un poco del calor perdido... Que vuelva el brillo de tus ojos de niño pícaro que me riñas diciéndome "esta negrita" Recuerdo... recuerdo... recuerdo otra vez... cien veces...mil veces tu olor a campo, trigo y amapolas tu figura entre el sol y la sombra de la puerta falsa... Y los cien ciparisos no supieron responder a ninguna de mis cien preguntas No pudieron hablarme de ti...

UNO, DOS, TRES... Requiem por mi padre

UNA DOS Y TRES...     Siguen siendo mis ojos   aguaceros,   nubes que no pasan de río,   mar que no repele a   la manga fluyente de la nieve...     Una, dos y tres...   mirada que se revuelve   dando bofetada al hastío,   por no volver sentirte,   a tener tu cálida mirada   en mis pupilas,   fijo tus ojos,   esa, tu figura cansada,   oliendo a espliego,   a tierra roja recién bañada.   Una, dos y tres...   Corto los hilos del firmamento   de las viejas plegarias,   insulsas letanías,   injustificadoras, una dos,   tres, todas de la nada.     firmamento que nunca sabrá   de ti,   sentirá latir tu corazón   tal yo lo oí, sentí.   Te recuerdo   y recuerdo el sabor de tus labios   en mi cara...   Una, dos y tres...   aborrezco al tiempo maldito   que no vuelve al minuto   cero, donde te dejé,   tus manos dando vueltas   al café de un insalubre hospital   ¿mé-di-cos? que ninguno

TERMINA... elegia a mi padre Diego

  Un agosto más, unos días que parecen   Iguales, y sin embargo no lo son,   ¿Verdad? Todos los meses de agosto tienen un dieciocho sanguinario   fatídico, obscuro y gris,   sin luz de primicias,   sin reloj al que se le pueda devolver   aquellas horas,   o dar nuevamente otra vuelta   de cuerda a su minutero,   que mis dedos le pongan otro ritmo   cardiaco, sin derrama de linaje.     Irremediablemente, se acaba una hoja   más de un calendario de estatua de sal,   sus meses quedan agostados   y sin remedio obstruyen a otros   venideros.   Y termina en un sinfín de retos inconclusos   sin solventar,   cumpleaños sin velas y festejos   convites por celebrar-te…   Este mes sella a mi alma   en la búsqueda insigne de las miradas   de los ciparisos, y te   llora en lugares donde no te sé   porque es imposible imaginarte   en un lugar o espacio   que no me has descrito,   ni antes, ni después de tu

EL RELOJ...INMEMORIA DE MI PADRE

 EL RELOJ... INMEMORIA DE MI PADRE Perdió su memoria, y él se fue buscándote. ... Tantas horas, tanto minutos, tanto segundos de ti huérfanos, ¡Ay! Tanto rato, sin hablarnos ni preguntarte ¿Qué tal, hoy, hizo calor en el campo? Millones de centenas de lágrimas haciéndose estrellas por tus ojos en el firmamento que te cela, San Lorenzo anudándolas en lo alto de agosto a julio. Es tiempo de cosecha tú ¡Bien lo sabes! Tiempo de abundantes mies, en las eras de tus rica manos. Solo quedo todo sin ti, porque una tarde, en la hora de valientes floreciste ya el terruño pardo para siempre. Te fuiste en la hora de siestas de un sueño ligero y convulso, marcaste del reloj otro ritmo... Y él no supo retenerte... ¡Como tampoco yo supe! ni supo el arroyo sed, de tus pisadas. ni aquellos tus viñedos maduros ya en puertas de la torva. Nadie supimos o estuvimos al quite de tu viaje eterno.  ¿Por qué nadie te brindo la navaja de plata? la que recolectaba el