DE MUSAS DIOSAS Y PALABRAS DE MUJER

  DUERMO   A cien dedos de ti   A cien dermis de mí   A cien cerebros de mentiras   -Entre acto y entremeses-   Mi piel se hace páramo   en la tormenta como vendaval insomne se adueña     de mis sueños... Y -despierto A mil vidas de mí A mis millas de aquel   sueño en la Pan-gea del supe continente que con-tiene a mi locura.   Despierto que sueño sueño que despierto y estoy en tus sueños...   ¡despierto... despierto!   Atajando a este soñar que vivo   a mil millas de mí y mis sueños -D-entro- En esta camisa global   artificial del mundo donde los sueños parecen solo de locas...   Despierto, despierto a un millón   de sueños sin sueños y   en las s-olas manos de mi insomne locura. Por eso inverno y solo duermo. 17.10.2014   Carmen Hernández Rey ©® Autora extremeña todos los derechos de autora   Foto del muro de Cecilia Jimenez Olmedo

EFÍMERA VIDA   Ayer vi pasar un rostro caminaba adornado de virutas le pendía hojas secas de retama a especie de zarcillos, hojas secas de robles la cerraban.. -Su cuerpo- Todo él revestido de bosque muertos...   ¡Muerto!   Tan muerto, como su corazón herido como la vida que se le escurrió entre los dedos, sin que ella pudiese evitarlo...   Hoy sentí una voz rezando una sentencia... Hoy este día que las campana tocaban porque habría un juicio más en el cielo.   Ella ajena a todos los juicios seguía muerta y su cuerpo recubierto de virutas molidas de cipreses que no saben mirar a ningún dios bueno ni tampoco al cielo. Vi pasar un cuerpo yerto pero -sim miedos- él que supo dejar de rezan en voz de hombre bica que supo escupir las creencias del infierno manos que desgarraron   las deidades de todos los templos...   Hoy la efímera vida paso pasó de mis