DE MUSAS DIOSAS Y PALABRAS DE MUJER

AGRADECIDA     Me sé pájaro volando en los soplos cálidos de la brisa al amanecer,   en la cadente luz   posado sobre rama   trinando a las horas vividas.     Me sé afortunada   Me sé bendecida por todo   el cosmos,   por toda la lluvia habida   y por haber,   me sé bendecida...     Y aún así me siento torpe   en un mar de viejas dudas,   en un cielo que está dividido   por dos Continentes,   que me contiene a mil “años luz” de quien es mi guía y mi norte.     No perdonaré a las confabulaciones   que separan los ventrículos   de un corazón que late por este amor,   ¡No!   Ni los Remos que separan a esta barca   de mi puerto.   No perdonaré a este tiempo cruel   que corta a mis arterias hemofílicas,   porque saben que pueden matarme   en un desierto sin agua   ni vendas reste dolor a este desasosiego.     Me sé afortunada al mirarte   Me sé tremendamente enferma   al no encon

HAY PREGUNTAS Que se responden ellas solas. Incógnitas que intentan descifrar La fiebre propia, ... Y aullando ¿qué buscamos, que el miedo se pase de bando? Hay preguntas, que suenan a virus a pandemia a SOS de la exhalación ajena de otro cuerpo para tirar para adelante y seguir viviendo mientras se propaga con apresuramiento y en el encomio póstumo por donde los arrecifes imaginan anticipadamente a los próximos náufragos. Hay preguntas con la sal a prueba En balanza de ciega Por la que nadie concursa ya, ya se sabe que… la hicieron así arriesgando a que fuese solo tuerta, de ahí que dispara y nunca acierta. Preguntas hay, Haya muchas que en boca quedan de respuestas y sin alas huérfanas. 18.07.2020 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña

HAY CUENTOS  Para cada época de la vida, cuentos a los que ella… ... -la vida- añade personajes de su propia atarazana, ¡Piensa! que no se puede recabar del cualquier lugar, por eso en el puerto harán contrincantes férreos que darán intrigas nueva a la trama con administrador de parroquia. Cuentos con organigramas de hombre capillas, fantasmas descaminados oliendo a hollín de las derramas historiadas, fianza y confianza no subestimada de aquellos antepuestos perfiles de ejemplos fieles. Los cuentos no suelen conservar mucho de inédito, casi todos repiten la misma trama, olvidan pronto el personaje jurando con sangre, y corte en su mano buscando la venidera época, pronto rasgará la letra maldita fija en tu palma, dispondrá de personaje variopintos de igual calaña a forma de charlatán que vende su historia, al mejor postor. La vida procesa más personajes asegurados más que inciertos o movibles… porque jugar a despistar mola, y cada plazo de vida piensa

LA PUERTA Se cerró. Insonorizando boca, a destiempo en el eco ... y su distrofia de sumarios, perenne en la rémora del impoluto ser que se revuelve necesitando ser y no ser... perdido como el grito de Munch, buscándose perdida alma rastreando luz en los ojos sin órbita susurros en los gritos de boca sin paladar, moviendo cuellos sin cabeza escuchando augurios, sin pabellón auricular. La puerta se cerró. Dejando a esta pared átona en el quejido de todo principio, ajena, a las turbulencia del un ave de metal en mitad de un huracán impávida y nefasta en preguntas bajo sospechas y las respuestas vociferantes en mitad de una lucha individual y duelo final. La puerta se cerró. 18.7.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora ©® foto de Galicia personal

A la cabeza de todas ellas está la «justificación» del pecado de los seres humanos por la gracia de Dios por medio de la fe -Ro 3:23-25 JUSTIFICACIÓN Me justi ... fico delante del villano que me imputa me -resto- en la justificación pueril de niñas de patios. Y ¿Cómo cancelo la deuda? ¿Quién no sumará en mi condena? Quien, decid quien... ¿Quién puede poner en las puertas de mi cárcel, clavar las noventa y cinco tesis luteranas? Yo que increíblemente soy soy de dioses atea. que dejé a Belén en su apuestas por la muerte y justificación de aquel niño de un dios judío en ofrenda todo él como -ciudad del pan- No, no alimentare con mi carne a las fieras, ni dejaré que una duda vuelva a maltratar mi carne en el circo galáctico porque... No nací en un pesebre para hacerme heno de asno y buey de pirañas ni esposas ni de clavos y cruz digo y diré como el profeta Habacuc "El y ella justo y justa vivirán por su fe" de justicia es que viv

A DIEZ METROS Me sitúo. Vuelo para verte en un plano diferente, subo... -voy subiendo- Metro a metro, y veo, tu figura un poco más pequeña, más distante, menos accesible en la miopía de mis ojos. A diez metros mis lunas no percibe el color negro de tus ojos, ni el blanco maculo que ahonda a tus niñas como pozo -las resaltan- en las que me miro, y como agujeros negros del infinito me atraen. -Te miro- Miro tus hombros extensos y maleables, para soportar-me, miro tus espaciosos brazos que me albergan sin dudas, ellos remozándose segundo a segundo en ternura arropan mi locura. A diez metros vuelo sin darme cuenta, que es un vuelo -sin alas- de caída libre, y que nunca será la deseada, que caeré en el lugar inexacto fuera de tu albergue. A diez metros de mí -despierto- Abrazada a ti... Solo fue un mal sueño, y sigo... -diez metros cosida- Adentro de tu bondad eterna, la que me salva de mí misma, la que nadie sabe como brota, que nadi

 S IN RUMBO   En medio del lago entre el vergel   estás callada,   apenas limas el trazo   perpendicular en los suburbios   del agua   a orilla de otros rumbos   amputada entre el asalto   céfiro de las corrientes sin aguas.   Sin rumbo   quedaste barquita en la arena envarada   sin saber regresar desconsolada   bajo el regusto dulce de la cristalina   y arremansada manga,   donde el espejo impúdico   colecciona cursos   sobre la ribera insensata   Sin rumbo   Toda tú, están encharcada a la espera   de remos de buques   sin gavilanes   de vientos y pleamares   donde la luna no juegue   a bajarse.   Sin rumbo… la barquita sigues viva en los deseos,   donde su mástil se enorgullece   cosida en las hondeadas palomas   blancas,   sin las insignias desalmadas   del trabuco sicario...   Sin rumbo… afortunada en el inexistente trazado   el inocuo camino   insubordinada dese

SE CONFUNDE   Se confunde el color miel   de tus ojos con el color aguamiel   del sol sobre las aguas azules,   tu falda con la suave   arena de la roca, tu piel   con el dorado hueco   que te dilata en medio   del idílico paisaje…   Se confunde   Tus ojos con la luz   propia y melosa del   astro que ante ellos claudica   sobre el horizonte,   enmarcando a tu pelo negro   que se enarbola autónomo   ante la atalaya de arena y sal   cavidad dúctil donde   tu piel se cobija y ampara…   Se confunde   Ese abrazo y sensualidad,   concertada quedada   asociado a la tierra mar y aire   ¡Siempre compresivo! y tácito   para replegarse ante los pliegue   de tú dermis…   Se confunde   El sueño idolatrado fundido   bajo el sueño de los jugos   de las arenas,   bajo el umbral de la nitidez   genuina de la humedad   que se postra ante la corona   de los rayos insolentes   del

LA BAYADERA   Frente al gran espejo trenza su pelo,   como una serpiente enrosca a la negra   mata,   engarzando en ella una corona   de rosas y azahar,   regalo de despedida, de ese amor:   Amor inconveniente,   Amor proscrito,   Amor sagrado   Amor profano   Amor sin títulos,   sin hogar   sin vida.   La Bayadera coloca sus tupidas   medias, de un blanco roto,   las miras en contraste   con sus zapatillas de puntas   y satén,   tonos rosáceo,   hacen juego con el suave   rosa de sus pómulos,   se mira en el espejo y siente   que esta danza   le costará… Danzará gota a gota,   sus noches y sus días.   El Tutú de tarlatán le espera   en la percha quita las pinzas ,   lo coloca sobre su cintura   de reojo, observa como el espejo,   le devuelve la imagen,   de una sílfide,   en proceso de huida.   Limpia de sus manos el sudor,   por último, retoca la última línea   del