DE MUSAS DIOSAS Y PALABRAS DE MUJER

    VAHO... Revueltas gotas de agua se pavonean, oscilan y corren dejando una opacidad equidistante ... de mi imagen solitaria, casi exotérica, casi histérica. Mi pupilas tratan de ver, palma en cristal, arrastro a ese vaho inconsciente, que dejaron a mis pupilas sin la imagen acostumbrada, sonrisa a medio gas, pelo que sobra aquí y allá, sin mano que les quite de en medio… revuelta cabellera ¡Flequillo loco! En mis ojos burbujeo de mandarinas, imagen que se esconde entre el vaho y el espejo, expoliada y escondida en un sagrario de agua desalada, mis manos te reclaman… Huelo aquel olor a canela, evaporándose en el calor del humo De las velas… Mi dermis en frunzas, vuelvo a hundirme hasta el fondo… El corazón sigue apuntando maneras Itinerario y dos letras Las burbujas siguen esperando… frías quedaron en la espera, ya corren salvajes gimoteando, conducto abajo y disimulando aún una espera… de soslayo miran, a ese corazón escrito en el vaho… Tarde es, tem

¡AY!     Tan así, se fueron ellas   díscolas, abstinentes como   si nunca hubiesen existido   en mi cabeza.   Las que daban luz cegando a mi noche,   las que hondeando se sujetaban   inquilinas,   gatas maullando bajando por mis   tejas,   patas almohadilladas horquillándose   de mí, tan enamoradas, ellas...   flirteando en mis letras,   jugosas nenúfares   en las nubes de mis duermevelas.   ¡Ay!   Calle abajo fueron calzando a las rémoras   de mi memoria,   moradoras sin nombres,   calles sin títulos,   al guarismos sin timbre   de ninguna puerta   que diga mi nombre   apellidos   ni el ritmo de mis venas. 10.9.2013 Carmen Hernández Rey   autora extremeña imagen de Victor Nizovtsev Carmen Facebook