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Mostrando las entradas etiquetadas como INMEMORIA- MIGUEL HERNÁNDEZ

TROPECIENTOS MIL

TROPECIENTOS MIL Cosacos vinieron con nombres en sus manos, un papel donde se decía, el lugar y hora, el número y la calle... Aquella casa donde unas almas mal vivían. Esto pasó hace menos de un siglo, pero antes, rompieron en una noche cristales y ventanas, quemaron los ideales, los sueños, deseos de personas a crecer libres siendo ¡Pueblo! de la vieja esclavitud emancipado, y fuera del yugo político. Por eso el pueblo escribió y escribe verso a verso su dolor, paridos con su sangre los libros buenos, que no son cuentos. Los tropecientos mil, hoy, nos llaman: leninistas bolcheviques, rojos de mierdas, perro flautas indecentes, vagos y maleantes maricas y bolleras ¡Cómo me recuerda! Aquel fascismo que nunca muriera... Los hijos de la zorra nunca salieron de su "Madriguera" Por eso mejor el voto dentro de nuestras faldiqueras, a símil de aquellas tijeras que guardaban las costureras madrileñas, para darle un buen corte de sobres

EL CANTO TRISTE DEL POETA

 A Mi amado Miguel Hernández ... EL CANTO TRISTE DEL POETA   Y cantas triste poemas del alma, triste cantos que ella derrama, derrama... alma triste grita y llora en tu almohada, sien in-nívea sangre de dolor nevada por el triste clamor de la sangre derramada... Canto triste del poeta ... qué triste llora sus versos tristes, en frente les estallan como dinamita y granadas, punzantes balas. Tú cantas y tu voz traspasan, la triste línea del tiempo cantando él triste la ausencia que mata ... porque... todos es igual, sigue igual de dolosa tristeza, infecto mafia, en la sangrante herida de tristeza malsana y cobarde calma... Porque tus vientos siguen oliendo a libertad en este puñetero compás y los años de triste calma. Triste es la muerte, de quienes murieron con sus almas apenadas ... Y aquí seguimos cantando y siendo censurados en la cárcel triste del alma... 28.11.2013 Carmen Hernández Rey ©autora extremeña © Foto propia

HAY UNA YUNTA

HAY UNA YUNTA -a Miguel Hernández- Que perdió a un niño, ... porque fue muerte antes de carne y nacido. Hay negreros que sigue utilizando a niños yunteros, ¡Quizás! sin yunta pero igual de cautivo en el hambre de el mismo pueblo, con la cerviz entre plásticos, y el basurero recogiendo latas recogiendo el mineral de desechos, recogedores de cacaos, de minas y ladrillos, de manufacturas de Ortegas, de balones de cueros, de magnates jugando a ser rey midas sin ver el yugo que les hace preso, mi niño pobre niño yuntero Nacidos para la causa: poder, reino, políticos, banqueros, dioses de todo tipom y pagar con sus malditos destino el karma de asesinos que cobran en sobre negro. Así cantó Miguel al niño yuntero, él, poeta de campo y callos entre sus dedos...  gritos a la explotación del pueblo, a toda persona que nace y muere con los hígados en el suelo y el miedo en sus sueños. Niños con pólvoras en sus vientres, fusiles con sangre, niños yunt

CAEN LAS HOJAS

"la mala baba muere... y el poeta resucita hoja a hojas entre las voces hermanas que le nombran" poética extremeña. chrey ELEGÍA POR MIGUEL HERNÁNDEZ   CAEN LAS HOJAS Un día más de un octubre cae la flor del romero entre los peñascos del monte mientras el cabrero hace sonar entre las piedras el poema nuevo Un días más, otro octubre nace y muere y el poeta se hace de las odas más grande y eterno. Sus cebollas agranda el versar del verso, su bastón y maleta de cartón cuero… pobres alpargata, que ellas siguen con su duelo, extrañan tus huellas, el campo y el sol, el frío de enero maestro. Tu dolor y tu fiebre quedó en las tinieblas de la inquina y sotana que guardaron tu libertad… adentro de la ignorancia de quien sabían poeta del pueblo, en tiempos malos para los vientos sin veneno… golpistas a siete leguas   de bien y del mal a siete cielos por debajo del infierno rezan

LA NANA

"la memoria guarda recuerdos imborrables... pasarán años o siglos y seguirás perenne como aquel primer día que te leí... Se heló la sangre-ardieron mis venas... y la nana siempre busco tu nombre en aquel verso tuyo "el hombre acecha" A Miguel Hernández Gilabert muerto un día como hoy en Alicante del año 1942.   LA NANA...   Sigue pensando   en cantar una loa:   a toda injuria -aún hoy- a la transición -que no fue- a la sangre -que sigue siendo   derramada-   A versos libertarios   en las manos que acechan   en la tarde   y en el viento   quienes remueven la parva   con la hoz cortan dictaduras   como a la mies   y sin templanzas   en los sesos que mueren   en la cobarde migraña.   La nana es- el despertar-   del letargo de pensadores de versos   adormideras de velos y cañas.   -Ellos- los que no incendian   ni son, capaces de ver   la belleza del fuego   para sacar las propias castañas   La