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A TU HUERTO poesia de las mil y una noches

A TU HUERTO Fui. Y la plata bañaba a la noche, llego a su lapso con con peinetas de coral y diamantes, sobre la fuente granadina donde se bañaban los zarcillos de cerezas, rozando a tu piel y cuello. Se bañaron las cerezas en aquel agua noctámbula de azahar y estrellas, de guiños y bata de cola vestía la luna, en su boca... ...sonrisas pizpireta.   Y, Me allegue... y te allegaste a los naranjos de sultanas de mis perlas, ellas... henchidas del néctar de miel agridulce, y entre tu pelo y me cejas una revolución de colmenas... ...aguijones... entre tu boca y mi boca, de las mieles sedienta… ¡A tu huerto fui a que me quisieras! Y, la noche envidiosa, nos dejó el sueño sobre el alfeizar de mis enaguas y tus tejas... en volandas nos trajo de sol a la mañana y aprendimos a querernos a duermevela.   dispuesto tu ventana y mi puerta, de par en par cantaban las ranas y la

AMOR... poesía de amor

 AMOR   Acércate sin miedos, ... a mí, presente en el hoy, olvidado tu ayer y mi ayer ... sin memoria, ¡Olvidemos! Todo lo que ayer no fuimos y sin vivir vivimos, no, no tengas miedo del presente y el mañana vive a este amor que mis manos te ofrecen, en fragmentado entre las tuyas, y... ordena en cada pedazo ofrecido a las nuevas caricias, que nos esperan, formemos a ese mundo nuevo con todas ellas. Amor, ven tráete a mi regazo, aprendido en el tuyo a la nada, desnudo tu cuerpo abierto tu refugio para darme cobijo, y fuera los murmullo y las escucha, tan solo deja que fluyan los sueños en júbilo el presente que desea delirar el loco sueño de vivirnos juntos. Amor aproxímate en la alborá de este lecho improvisado, amor que nos visita sin horas, y deja que es las tardes plácidas nos languidezcan, mientras... ... inventaremos... Caricias nuevas en nuestras manos y relatos y para cuando tu pie tropiece en la memoria amor, te recogeré ca

ACANTILADO... poesía de amor

 ACANTILADO Angostado hilván que se frunce entre tu piel y mi piel ... desenfocado y ebrios dardos que sin acertar dan en la diana más certera del firmamento de tu cuerpo y mi cuerpo, en ese acantilado de la memoria hecho noria… Y Entre tu cárcel y mi cárcel ascienden las esposas que a ti me religan sin pena, me reatan libre, desde los altozanos y las bajuras, en los piélagos que fluyen fiel proyectándonos camuflada libélula... ¡Luz de las luciérnagas, en noche de verano! Eres ese acantilado donde me asomo sin miedos, mesa donde me vacío y el mantel doblo sin retirar la copa de todas las promesas, vino de de emboque a fruta cereal y miel, odres curtido y nuevo. Acantilado es tu piel para mis deseos, formateados de tiempos y horizontes pasados, y donde mis ojos se pierden en la sal de tu mar luna, lápiz y papel que nos salen al encuentro, en las calles sin nombre del estrellado firmamento. Sutil costura que cierra a mi boca entre los pliegues

A VECES... poesía intimista

A VECES...   “…A veces soy el altar de la luna a veces arena pobre con sombras…” (León Gieco)   A veces soy presa de todas las palabras,    es mi boca botín de ofrendas sentimientos escondidos a veces soy… soy un plagio de mí misma y quedo en el sagrario de la luz haciéndome sol fémina y soy ella   A veces, soy…   Raptada por mis sueños   vulnerada sombra y retenido trofeo voz silenciada de los pastoriles campos reptadores de Eurídice a veces   Mi voz es…   Juez y parte de esos miedos injustos peldaños y tristes recovecos de mis sueños escapando de los brazos de titanes marinos alejando a la arena de ellos.   A veces vuelo sin vela ni timón rumbo a las cimas de puntillas en las olas rugiendo el viento dispuesta a virar dentro de mi corazón luz menguante guadaña en pecho   mástil que despide a la creciente luna nueva en puerto   A veces mi corazó

EN MI CRISTAL... poesia intimista

EN MI CRISTAL las gotas de agua, una a una van... se hacen milicia   mil en el cristalino del ventanal y todas insubordinadas revolotean ajenas a cualquier códigos, ajenas a todo, transparentes marcan camino en un trayecto impoluto, se dejan escanear en comitiva por el cristal de mis ojos.     Absorta pierdo la noción del tiempo y quedo como ellas esperando en el alfeizar un tobogán para bajar lo más rápido, en la espera de ver aquel espacio de río o mar que en ellas se acercan esta tarde a mi ventana.   Ni siquiera cogen la forma o el color de transporte que las devuelven, no ellas indefinidas bailotean libres en la retahílas y en la forma de esa lágrima... ¡Son tan idénticas! Lágrimas de nubes cortinas de plata, brisas que la vuelan, vuelan... vuelan ágiles como diciendo ¡Ahí, te quedas!   Cierro mis ojos, y las escucho, deslizarse, mientras me embarga ese deseo de toca

SIN DECIR PALABRAS... poesía libertaria

SIN DECIR PALABRAS En memoria de cada una de las mujeres que murieron detrás de las cuerdas   Hay, silencio fértil en abundantes afectos y, hay palabras, que suena en la oquedad yerma del pulso que nos ponen detrás de las cuerdas, porque nos impide dilatarnos hacer que el corazón siga su ritmo, rompe a su bombeo natural y enjaula a su sangre detrás del torrente que no cesa, en números y estadísticas... matan el lapso en vena.   Cada una de las mujeres caída en el camino, hacen una barrera, una línea infructífera cortan los caminos que nos reconcilie con quien no nos nombran.   Y detrás de cada cuerda, hay un desboque de millones de neuronas haciendo sus revueltas... el verde tiñe a nuestras miradas de malva y abre el cerrojo donde la muralla nos sobrecoge, las malditas alambres concertinas que rasga a nuestros vientres, nos tira enredadas en ellas. ¡Hay silencios! Que no dicen pal

¿QUIEN NOS SEPARARA ?

¿QUIEN NOS SEPARARA ? (Cf: Rom 8, 35ss) Busco las tablas de todos los escritos, y no hallo, la cuneiforme letra que ponga la tilde sobre el aviso de ¡Ha muerto...! ¿Quién...quiénes? ...¡Apuntan! levantan sus dedos baldíos, de amor estériles, y miran, y nos miran... ... y   no quedan ciegos... Sus huellas se viste de malatía, y su piel de violeta tiña... ¿...Quien, quienes...? Nausean y arquean en los vomitorios del amor, fruncen en el arco de la luna sus viciadas niñas... no huelen la noche, no respiran a la luna... ... Y, miran... miran a tu boca vestida de sonrisas, buceando en mis risas buscando tribulaciones, orquestando acechos desnudándonos en cacerías o inventan aquelarres de brujas. ¿ Quién...quienes? Podrá de este mundo apartarnos amor... Tú amor, solo tú... Yo amor, solo yo... Tendremos el poco juicio de desgarrar y allanar el círculo donde somos del amor l

EL AMOR ES

EL AMOR ES   Ese que corre   calle abajo de tu cuello, te busca en la esquina de mi pelvis, y   te hace llegar al recóndito lugar de los espejos donde te indaga, se mira y reconoce… Asilado él muestra sus armas, dentro y fuera de nuestros cuerpos.   Somos, sus territorios y de él hacemos nuestros propios a sus fueros. El amor, es ese que sin hablar vocea a los cuatro vientos, de reclama en esta   vida y sus jactancias, a veces de ella se burla y sin pedirlo ni saberlo, presuntuoso nos marca su destino deja su ritmo en las márgenes a trechos de nuestro camino. El amor nunca es ajeno e intruso de calles y lugares cuando juntos desbocados corremos cuesta abajo, en el tobogán de una pelvis sin esquirlas ni esquivas es esquinas, cuando no es amor de tribunas. El amor es ese espacio