EN MI CRISTAL

las gotas de agua, una a una van...
se hacen milicia
mil en el cristalino del ventanal
y todas insubordinadas
revolotean ajenas a cualquier
códigos,
ajenas a todo,
transparentes marcan camino
en un trayecto impoluto,
se dejan escanear
en comitiva por el cristal de mis ojos.
Absorta pierdo
la noción del tiempo
y quedo como ellas esperando
en el alfeizar un tobogán
para bajar lo más rápido,
en la espera de ver aquel
espacio de río o mar
que en ellas se acercan
esta tarde a mi ventana.
Ni siquiera cogen la forma o el color
de transporte que las devuelven,
no ellas indefinidas
bailotean libres en la
retahílas y en la forma
de esa lágrima...
¡Son tan idénticas!
Lágrimas de nubes
cortinas de plata,
brisas que la vuelan,
vuelan... vuelan ágiles
como diciendo
¡Ahí, te quedas!
Cierro mis ojos, y las escucho,
deslizarse, mientras me embarga
ese deseo de tocarla,
de llevarlas a mi boca...
Toco el cristal y está frío,
me toco la cornisa de mis ojos
y están húmedos...
pruebo a esas gotas
de lluvia, y me pregunto
¿Cuándo me bebí el mar?
¡Mi memoria tiene memoria
de pez!
La vida misma, a veces
se percibes como ese cristal
con huestes de lágrimas,
con nubes llenas de ríos..
Mientras en mis ojos, el mar
vacía a sus océanos
de sal y limón en
la ventana de la vida.
30.11.2013
Carmen Hernández Rey
©.® autora extremeña
Todos los derechos de autora
Foto tomada del muro de Walid Omara
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