LA ALMOHADA
Encadenó al verso
sin futuro de abrir un paréntesis
que arrimara diálogos entre
otros posibles
presiento que hay testarudez de las musas
sobre cielo volando,
a contrapesas en el
tan inocuo como vacío.
Dicen que es ofensivo ver
sin mirilla,
o saber que la ofensiva es la mejor
defensa,
¡Ah! De aquellos pelos y tres cuartos
de mire usted que a lo loco
los lleva...
-e iba calva la cabeza-
Es verdad que las cadenas
están y existen
aunque las personas caminen
cómo los espectros de un verso
arrodillado.
¡El virus mata! No prestes
ni uses almohada ajena,
que entre sus manicomios
andan los versos
letalmente encadenados.
21.6.2020
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
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