ÉRAMOS
Tan ricos que solo nos importaba
tener a veintidós tíos dando patadas
a un balón,
un tío con silbato en boca,
y dos más con banderín.
¡Tan ricos, tan ricos!
Que ni una simple oración,
vela, rezo, queja o manifestación
para que los jueces actúen -omitiendo-
sus pensamientos desde el cinturón
hacia el talón.
Somos tan ricos, tan pijas, tan buenas madres... ¿...?
que la paja será viga en el ojo donde otro dedo se hundió, pero.
¿Lástima que “el tren”no los arrolló?
¡O... sí!
Somos lo que nunca denunciamos ni vemos, somos ricos de carne papel cartón.
22.6.2018
Carmen Hernández Rey
®©autora extremeña
#dereypoesía
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