SOLO UNAS PREGUNTAS

¿De verdad importan los niños
y las niñas?
¿Importan los
nacidos, los bebes
del futuro?
¿Importa el futuro de
esos niños
y niñas mutiladas?
¿Importa los niños y
niñas
esas, aquellos que
disfrutan,
disfrutaban, eran el
fruto
de sus vientres...
cómo ciertos hombres
"de fe" rezan?
¿Importan, los vientres de vírgenes
que aún esperan un
Mesías?
¿Quién les dieron tierra,
máquinas traga vidas,
ruletas rusas para
decir
tanto vale la vida de
mi bandera
moriréis ciento yo
tengo
las manivelas...?
¿Decid, como osáis poneros
de rodillas ante un
dios de muertos,
asesinos de vidas por
unas reglas?
¿Quién, quienes tienen la dignidad
de coger un rifle, un
misil,
una máquina
excavadora,
y pasar por el cuerpo
de una
simple mujer, para
vuestra
puta vergüenza?
¿Decid, decidme porque dejáis
al pueblo delante de
las faces
de las hienas?
¿Qué queréis, tierras, tierras
tierras... Libertad,
justicia
dignidad, sueños,
agua, diamantes
oro... qué más?
¡Levantar piedras, tierra...
devolver la dignidad,
la justicia
los sueños, decidle a
sus caras
a esos ojos sin cielo
ni reino, sin dios,
a las muertas
vírgenes
a la fuerza, por la
dinamita y manos
rastreras,
decidle a sus oídos
que nunca
más escucharán la voz
de sus madres
cantándole para que
duerman,
que sus labios se
perdieron
los besos del primer
amor,
la primera entrega...
Y sus abrazos sin brazos, están
llenos de sangre
propia y ajena,
pies sin huellas y
sin camino
sin destinos que a
ellos sepan...
solo, solo están
cubiertos
de escombros y
revestidos
de políticos odios...
muertos con muertos
debajo de esa puta
tierra
y piedra.
Decidme...
¿De qué dios me habláis?
Del dios de Abraham,
de Alá
de Buda?
¿Cuántos putos dioses
hay más
para matar
legitimados
en sus mandatos,
palabras bajadas
por los mentirosos
profetas,
y vuestras putas
creencias?
Contestad... decidme
¿A cuántos hijos de mi vientre, hermanas
mutilareis,
violareis, asesinareis
para justificar
vuestra puta realeza,
cuánto vale un
niño-a, según
sean sus:
bandera,
frontera
religión
piel
sexo
cartera?
Una pregunta señores
de dios y de guerras
Carmen Hernández Rey
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