AGRADECIDA
Me sé, cómo el pájaro
volando en los soplos
cálidos
de la brisa al
amanecer,
en la cadente luz
posado sobre rama
trinando a las horas
vividas.
Me sé afortunada
Me sé bendecida por
todo
el cosmos,
por toda la lluvia
habida
y por haber,
me sé bendecida...
Y aún así me siento
torpe
en un mar de viejas
dudas,
en un cielo que está
dividido
por dos Continentes,
que me contiene a mil
“años luz”
de quien es mi guía y mi norte.
No perdonaré a las
confabulaciones
que separan los
ventrículos
de un corazón que
late por este amor,
¡No!
Ni los Remos que
separan a esta barca
de mi puerto.
No perdonaré a este
tiempo cruel
que corta a mis
arterias hemofílicas,
porque saben que
pueden matarme
en un desierto sin
agua
ni vendas reste dolor
a este desasosiego.
Me sé afortunada al
mirarte
Me sé tremendamente
enferma
al no encontrarte
sé que mi lecho extraña
a tus hazañas
el ronroneo de tus
labios en mis pechos
me sé aún entrelazada
a tus piernas
piernas, y dejando al
mundo
huérfano ahí donde
nos sabemos
únicas y conectadas
en las albricias
de nuestras bocas
agradecidas
19.7.2019
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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