SE DIRÁ... NUNCA SABRÉ
Nunca más podré decir
que no sé qué siente
la mantequilla cuando
el acero
se hunde en ella.
Se dirá y nunca sabré
sigo sin saber que
siente
el acero cuando sabe
que la cortará con
toda
facilidad.
Se dirá sin cuestionar como es el corazón
que puede quedarse
en un tarro
hermético,
a veces dejando pasar
el tiempo
a veces robándole
o simplemente en las
noches escondiendo
a la luz
de días donde la
noche
quedó sin el minuto
para llegar
a las doce.
muy cortar la carne
pero olvidan que
están cortando
el oxígeno del alma
y el alma es muy, muy
blanda para tener un
acero
entre su carne.
28.6.2014
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
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