NO TE PUEDO
Contener del todo
y te sé
-dentro de mi útero-
tú circulas
a mis hormonas las deambulas
y las recorres
a golpe de talón
a golpes las transfieres
en el silencio diurno
te anocheces
y te haces naciendote-me
en tu luz.
No, no te abarco
ni -tan siquiera-
puedo imaginar
el fin tuyo en mi interior.
Puedo ver tu lado
oscuro
ese que nadie ha
visto
jamás
¿Cómo podría verlo
desde mi último yo?
saberte en tú
cráteres,
-esos-
que te vaticinan y
disponen
en la bandera
hostil que hondean a
media
hasta en la
imposición
de tu sien.
Apenas consigo tenerte
un lustro de mi
tiempo
como segundo
obtengo luz de luz
en la ausencia de
juicio
equitativo de ese
todo
que diga todo de mí
Pero tú me sabes
me tienes
me retienes
me confundes
me revuelves
me olvidas.
Siempre eres tú
luz que
-dicen-
satélite sin luz.
No te puedo contener
en una noche
cualquiera
y en el día a día
en las entrañas sin
luz.
-si acabe-
acaso más una noche
o día
da igual...
tú luz me enamoró.
29.6.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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