LAS ROSAS
Cayeron a golpe de maza
Entre las cejas de los ojos de águilas
Bicéfalas firmaron de nuevo sus actas
De muerte,
Y sin piedad las mataron otro siglo después,
Para multiplicar los egos de aquellas franquistas
Trincheras.
A las Rosas codician, como flores en un yugo
de sus lanzas funestas,
pecaminoso altar de fascistas de posguerras
de señoritos con armiño
¡iluminados con medallas
caudillos noctámbulos
cobarde que arremete contra mujeres
muertas,
mientras rezan a vírgenes
de cartón piedra!
Las Rosas cayeron piedra a piedra
Molieron sus nombres
En una sola piedra
e indemne quedaron sus fortalezas,
su honor y su bandera
republicana de por vida
y ni muerta se la lleva.
14.04.2020
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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