LOS VACIOS
Dónde apenas llega
la propía luz de nuestros
ojos acaban aterrizando
en los sueños,
que no son pesadillas
sino realidad.
Una realidad repleta de ausencia,
desconsuelo
y lástima de un tiempo
que pudo llegar a ser mejor
y ser más.
Los años pasan dejándose
en la piel hasta cuartearla,
cogiendo un olor ajado
un color grisáceo,
por falta del torrente sanguíneo
y su pureza en el fuego pasado,
que se adolece del duelo;
en esa ausencia casi indolora.
LOS VACIOS…
Apenas llega a ser un espejo
Roto,
Un aterrizaje forzado
Un sueño
Y lo peor de todo una pesadilla
Porque la vida está
Concebida para ser cenizas;
Esa es la realidad irrefutable.
16.08.2019
Carmen Hernández Rey
©®
autora extremeña
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