
La hoja de la parra,
aquella que el pecado dejó
caer para el deleite de mis ojos,
y maldigo a este infierno
que se quedó con el brillo
de los tuyos;
abriendo dolor a mi costado.
Busco la sabiduría del árbol
que espera dos nombres
en su corteza,
las de sus ramas abrazándonos
Celestina de nuestro amor,
testigo del lecho nupcial mulléndolo
de oxígeno sin vallas
ni interferencias.
Busco...te busco entre las plumas,
de los arrumacos
que vuelan huérfanos
en ese bosque de horizontes
que se anudan y nos sostiene
a pesar de la distancia.
Busco tu luz dentro de mí,
en mí y para mí.
21.06.2019
Carmen Hernández Rey
®©autora extremeña
Comentarios
Publicar un comentario