Con la piel
del corazón entre las manos,
con el cerebro entre las brasas
de tus ojos,
en las sábanas prendidas
de poemas,
amarte con los sentidos locos
como noria sin manija...
rompiendo a toda mi mar entre
tus muslos...
Amarte con la vida en un sor paso
con el miedo de despertar
y tener a mi lecho en ascuas
vacío.
Amar con el
paladar abierto
a tus ambrosías,
y la piel abrigada por el fuego
de la tuya.
Amarte
cuesta tantos avernos
cuesta nada,
cuesta los infinitos bajar
cuando nos devoramos,
amar, es...
el todo y la nada
también.
4.04.2019
Carmen
Hernández Rey
©®poética
extremeña
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