CON ALEVOSIA

Hice mi nocturnidad;
es decir…
-mi duelo-
humillada me defendí, de aquel crematorio
de cenizas y polvo.
Con felonía bajé los
peldaños,
y, peldaño a peldaño
-es decir-
la maté, una a una,
porque ninguna era
mía, ni yo suya,
exacta a mí y
convencida.
Convencida y nunca vencida,
despedacé el perjurio
de quien maquina
y, hace de menos a
esa bajeza alevosía,
bastarda y nocturna,
que disfruta en la
indigna subsistencia
de un encéfalo raso.
Con fidelidad -a mí-
cumplí, digo…
di muerte, a la muerte
y decidí…
vivir la vida, y sin nocturnidad,
y con mucha picardía,
porque, eso es vivir
y estar viva.
11.3.2017
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
Comentarios
Publicar un comentario