DE CUANDO EN VEZ. III
Me gusta pensar…
-y pienso-
Sí, de la Barbera vamos a la Rita,...
-pienso-
¿Es esta Rita que cantaba todos los palos,
y a la cual siempre recurrían?
De cuando en vez…
-pienso-
No es terrorismo matar a la chita
callando…
Y, robar de las arcas públicas, sí que pienso
que es un robo y que mata callando…
Calla, quien roba, calla quien nombra
calla quien mira para otro lado,
y matan todos callando.
Pero, no son tiriteros, ni ocho
de Airbus… no
¡Son aforados-as! ladrones de la milla
dorada.
Es decir, me forro calculando
que, si me pillan no me matan
ni me acusan de ser ladrón
y aún menos de dar miedo
o hacer proclamas de…
eta… -la ese-
¡Ah! sí, está usted
bien apañao.
En vez en cuando
-pienso-
¿Cómo sería el hemiciclo
sin todos esos ladrones aforados,
sin esa que se esconde con la bien
cantá…
¡¡la caloré, la caloré!!! con menupausé...
Ahora señora de senado, aforada
y bien forrada, y que como hable
por la boca o por el ano…
La mierda llega a la presidencia…
auque estén bien aforados.
¡Pero no! para eso la han forrado.
Cómo, cómo sería ese Parlamento
lleno de tiriteros con boca diciendo
a encerrarlos…
¡No miréis! que es violencia mirar
a un muerto ahorcado
destripado por los bancos indultados.
eso es, harina de otro -costado-
10.2.2016
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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