ROSTRO

En
tierra, como Ismene y Antígonas,
mi cabeza se enfrenta,
mi cabeza se enfrenta,
a
los problemas existenciales del día a día.
Ciega
sorda ¡Muda! al margen quedo
de
cualquier oráculo y presa me siento
en
las tragicomedias;
torpes y sin reglas que sepa dividir
torpes y sin reglas que sepa dividir
o
trágico de lo cómico.
Así
va mi voluntad, rostro en tierra,
arbitra
el cómo y el cuándo,
es
el precio y el preciso instante para despedir
de
las esquinas del mundo,
a los coros de las fenicias.
a los coros de las fenicias.
Hoy
intuyo que mi tiempo se haya vestido
con seda, o tafetán bordado en mis polleras,
jamás tuve corona a pesar de tener
como Rey el apellido que reinar
con seda, o tafetán bordado en mis polleras,
jamás tuve corona a pesar de tener
como Rey el apellido que reinar
en
la vida pudiera, y…
rostro
en manos,
cabeza en manos sigue, sigue la guerra
sin en tregua,
cabeza en manos sigue, sigue la guerra
sin en tregua,
y
de clásico y modernos
sabe ocultar en farsa los ruines dilemas.
sabe ocultar en farsa los ruines dilemas.
Rostro
en tierra, va la tierra, en rotación
asienta
en las manos de los hados
al
planeta,
el
acabose es que ella gira y gira
en
su danza chinesca,
y mi rostro sigue como el de cualquier
y mi rostro sigue como el de cualquier
poeta,
rostro en tierra.
16.2.2018
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
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