LA BELLA DUERME
Entre almohadas de plumas,
guarda sus sueños o quizás el deseo
que las plumas no perdieron e intactos
siguen buscando vuelo.
La bella duerme con la mano en pecho,
y rastreando señales,
en los rosados océanos donde las mandrágoras
increpan el derecho de la noche a revivir
el elixir de sus ancestros.
Duerme la bella con el rubio sueño,
almohadas de carmín que no reniega
de nada y todo asume.
La bella duerme y pausadamente,
retorno a su oído la promesa dicha,
de multiplicar noches por días.
26.11.2017
Carmen Hernández Rey
©® autora extremadura
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