ADORMILO

La nana que canta en las márgenes
de tu boca,
la que busca siempre agüita fresca...
en su paladar con febriles antojos.
Nana rezagada en tu regazo táctil
de orquídea zahorí,
como plegaria de luna en las aguas
mansas del río surcando la placidez
de los meandro de mi piel.
Así voy tejiendo la urdimbre de nuestra piel entre las sabanas de nuestros días,
tejo y repujo la sonoridad onírica
de los versos que aterrizan en mis partículas como flor exótica,
perfume nuevo,
de ojos insensatos extrañándote
en despiste,
sintiéndose locos de frente a ti,
porque para mí no existe nada más,
nadie...
lo eres todo...
Adormilo el tiempo en las crecientes lunas de los amante,
y en tus oídos descorcho los sin saberes de los por qué
tanto, tanto
tanto y tanto te amo
tanto.
28.11.2017
Carmen Hernández Rey
®© autora extremeña
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