"los versos se adueñan de los sueños, de los recuerdos olvidados...y por desgracias también de los que sabemos que nunca podremos olvidar" poética extremeña. chrey
NO HAY
Nada que celebrar
tampoco victorias con medallas
en un acero in- soldable.
¿Quién teme el hambre,
la sed, el desierto,
quizás, el cuervo?
¿Temeré hoy a Poe... en su versar?
él, poeta triste de versos
de amor a Leonora,
¿Le temeré, por qué...
será porque escupo como él
su dolor,
y es hoy su infierno
mi infierno?
¿Quién que me acompañará
en canción triste,
sollozos mudo, la voz callada
por mi dedo, quién?
¿Acaso se tornarán en twist
algún día mis amargas baladas
este el quejido destemplado
de redobles de tambor
en mi pecho...?
Los sueños van en cadenados
y se parapetan
disimulando entre costado
y pleura, mis pechos se esconden
y te buscan,
te extraña
confinada se quedó -la lujuria-
de la tarde en el extremis
exigiendo a labios
a tu sexo
para mí...
-ya muertos-
¿Seguirá buscando la lujuria de un deseo
en extremis, estos mis versos?
Ellos que palpitan
-sin permisos-
en la tarde que dejaste...
tinta en tintero,
papel en árbol
manos en el canto de tu pelo
rozando a tu piel...
-desnuda yo-
amándote piel con piel
sien con sien
sexo con sexo.
No, no hay nada que celebrar
las victorias son derrotas
y las derrotas hacen trincheras
y victimas en las sábanas
con olor a ti,
a mí...
¿Quién pierde y quien gana?
-el cuervo-
30.8.2015
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
Nada que celebrar
tampoco victorias con medallas
en un acero in- soldable.
¿Quién teme el hambre,
la sed, el desierto,
quizás, el cuervo?
¿Temeré hoy a Poe... en su versar?
él, poeta triste de versos
de amor a Leonora,
¿Le temeré, por qué...
será porque escupo como él
su dolor,
y es hoy su infierno
mi infierno?
¿Quién que me acompañará
en canción triste,
sollozos mudo, la voz callada
por mi dedo, quién?
¿Acaso se tornarán en twist
algún día mis amargas baladas
este el quejido destemplado
de redobles de tambor
en mi pecho...?
Los sueños van en cadenados
y se parapetan
disimulando entre costado
y pleura, mis pechos se esconden
y te buscan,
te extraña
confinada se quedó -la lujuria-
de la tarde en el extremis
exigiendo a labios
a tu sexo
para mí...
-ya muertos-
¿Seguirá buscando la lujuria de un deseo
en extremis, estos mis versos?
Ellos que palpitan
-sin permisos-
en la tarde que dejaste...
tinta en tintero,
papel en árbol
manos en el canto de tu pelo
rozando a tu piel...
-desnuda yo-
amándote piel con piel
sien con sien
sexo con sexo.
No, no hay nada que celebrar
las victorias son derrotas
y las derrotas hacen trincheras
y victimas en las sábanas
con olor a ti,
a mí...
¿Quién pierde y quien gana?
-el cuervo-
30.8.2015
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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