AL
DILUVIO DE OLIVOS
Y...
Y...
Al
dios uno o trino - si existen-
invoco
en esta travesía donde la sed
de un desierto se hace otra vez diluviano .
Les invoco una vez más para que pongan
invoco
en esta travesía donde la sed
de un desierto se hace otra vez diluviano .
Les invoco una vez más para que pongan
corriente
cálidas
de vientos nuevos en las alas de palomas
de vientos nuevos en las alas de palomas
de
una paz fructíferas y sin delirios
de sangre,
que no se las detengan entre los mares de agua,
de sangre,
que no se las detengan entre los mares de agua,
sed,
libros y de olivos...
Que
sigan siendo las milenarias
- ramas de olivos- las
pongan voz en gritos,
ramas de vientos oníricos el nexo de unión
en pico de palomas el fin de tanta paz
- ramas de olivos- las
pongan voz en gritos,
ramas de vientos oníricos el nexo de unión
en pico de palomas el fin de tanta paz
en
olvido y abrazos de justos...
!Les
invoco! a que nos unjan con la magnanimidad
del
fruto del terruño
con la raíz de los olivares,
con la ceniza
con el humo de sus podas
con la raíz de los olivares,
con la ceniza
con el humo de sus podas
nos purifiquen
de norte a sus
de
este a oeste
en Extremadura
y Úbeda.
¡Oh! suelo divinos de tribunas
donde las Musas se hacen voz de juez
en lapso de poetas,
Invoco, os invoco a todas para que seáis
las
monedas en ojos, en este tránsitos ilícito,
el pago de Keops....
hallen la deuda con mis letras,
el pago de Keops....
hallen la deuda con mis letras,
la contribución,
digna sin sangre
de
inocentes.
Por
eso grito, y les invoco poetas,
a
ser un rayo en dedos,
un
relámpago en baladro,
una lengua sin miedo,
y un corazón herido y moribundo
tal cual fuera en el hacha fratricida
que asesino de a poco al insigne poeta
de nombre Arcángel
¡Quién como él!
una lengua sin miedo,
y un corazón herido y moribundo
tal cual fuera en el hacha fratricida
que asesino de a poco al insigne poeta
de nombre Arcángel
¡Quién como él!
nadie,
ningún poeta nos defendiera
con pluma y coherencia
con pluma y coherencia
A ti
diosas de los Olimpo,
-te pido- que tus nubes caigan en nuestros ríos,
que fluyan bajo los pies de los montes
-te pido- que tus nubes caigan en nuestros ríos,
que fluyan bajo los pies de los montes
de olivos,
que dejéis -el cáliz- donde sangra
que dejéis -el cáliz- donde sangra
la
voz del poeta herido y bebed,
bebed, vosotras la hiel antes que el olvido
nazca de nuestras manos y gritos,
y que apoyadas en el tronco maceréis
bebed, vosotras la hiel antes que el olvido
nazca de nuestras manos y gritos,
y que apoyadas en el tronco maceréis
a
este fruto de olivos,
guardéis en vuestras manos la savia
guardéis en vuestras manos la savia
verde
y blanca de sol ungida,
amasada de trigo.
amasada de trigo.
Que
la poesía sea pan para el hambre
de paz en este mundo de odio
herido... soltar amarras musas.
Soltar Musas a vuestras palomas
y comprobaréis que la tierra está cerca
de paz en este mundo de odio
herido... soltar amarras musas.
Soltar Musas a vuestras palomas
y comprobaréis que la tierra está cerca
e
inundada de ramas de olivos
y en cada hoja escrito un llanto
de poeta de amor herido
y en cada hoja escrito un llanto
de poeta de amor herido
viene
en paloma y pico.
Úbeda
4.6.2017
Carmen Hernández Rey.
Carmen Hernández Rey.
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autora extremeña
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