"Se ha dicho que el poeta es el gran terapeuta. En ese sentido, el quehacer poético implicaría exorcisar, conjurar y, además, reparar. Escribir un poema es reparar la herida fundamental, la desgarradura. Porque todos estamos heridos" Alejandra Pizarnik
¡Hay! ¿Por qué, por qué la poesía tiene tanto ojos, por qué no cierra su mirada? Y se deja solo de arrodillar ante las imágenes que nos lleva al caos, mi querida Alejandra, tus ojos vieron demás, tanto que tu procesador hizo ¡...plaff! Dejó de emitir señales... pero verdad es que tú eres ya para todas-os, la poesía única.
¡Hay! ¿Por qué, por qué la poesía tiene tanto ojos, por qué no cierra su mirada? Y se deja solo de arrodillar ante las imágenes que nos lleva al caos, mi querida Alejandra, tus ojos vieron demás, tanto que tu procesador hizo ¡...plaff! Dejó de emitir señales... pero verdad es que tú eres ya para todas-os, la poesía única.
HIJAS DEL VIENTO
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
¡Ay! Esa hambre que nos despierta
en la madrugá,
sed de palabras,
hambre de frases que quedan
en el estómago heridas de ese,
"ácido gástrico" mundano.
Dicen que toda la culpa es de las malas
digestiones
y de los kilos de más de los carbohidratos.
¿Sí?
Pues no miren ustedes...
la culpa es de una cartera raída,
de tener pocas horas de buen trabajo
y muchas de trabajo basura.
Hoy cuesta más una manzana
que una puta carne picada en disco
hamburguesas basuras,
que dura años sin pudrirse
¿...?
invento consumista de un neoliberal
usurero americano...
No es bueno mi gata tener hambre de...
ladrar a la una de la noche...
Pero sí has de tomar algo que sea
un buen bollo de leche,
con azúcar glas, o milhojas
de merengue...
¡ah! me privan estos, mil hojas.
Yo con tal que diga hojas hasta
las de los árboles,
y cuando los saboreo voy deletreando
sus partículas una a una,
de harina, azúcar, clara y horno
manos que cocinan
merengue italiano, con el horno justo,
con el azúcar a punto de bola perfecto,
perfectos para amarnos y ser heridos
en la filantropía,
o morir de risas en la simpatía...
que desaguan tus polleras colorá.
Y por favor, pongan sus señorías
un consultorio a lo Elena Francis,
pero por favor que sea tu voz
y tu himen quien cante logros
de rato que nunca más supo de él.
Y que rezan delante del atrio
donde se postran el buen parlante,
sin palabras reza un verso de arte.
Entre rama de cerezos en flor del Valle .
Es un paraíso para las abejas...
¡No ovejas!
o las poetas que quieren miel
y no hieles.
1.11.2013
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.
¡Ay! Esa hambre que nos despierta
en la madrugá,
sed de palabras,
hambre de frases que quedan
en el estómago heridas de ese,
"ácido gástrico" mundano.
Dicen que toda la culpa es de las malas
digestiones
y de los kilos de más de los carbohidratos.
¿Sí?
Pues no miren ustedes...
la culpa es de una cartera raída,
de tener pocas horas de buen trabajo
y muchas de trabajo basura.
Hoy cuesta más una manzana
que una puta carne picada en disco
hamburguesas basuras,
que dura años sin pudrirse
¿...?
invento consumista de un neoliberal
usurero americano...
No es bueno mi gata tener hambre de...
ladrar a la una de la noche...
Pero sí has de tomar algo que sea
un buen bollo de leche,
con azúcar glas, o milhojas
de merengue...
¡ah! me privan estos, mil hojas.
Yo con tal que diga hojas hasta
las de los árboles,
y cuando los saboreo voy deletreando
sus partículas una a una,
de harina, azúcar, clara y horno
manos que cocinan
merengue italiano, con el horno justo,
con el azúcar a punto de bola perfecto,
perfectos para amarnos y ser heridos
en la filantropía,
o morir de risas en la simpatía...
que desaguan tus polleras colorá.
Y por favor, pongan sus señorías
un consultorio a lo Elena Francis,
pero por favor que sea tu voz
y tu himen quien cante logros
de rato que nunca más supo de él.
Y que rezan delante del atrio
donde se postran el buen parlante,
sin palabras reza un verso de arte.
Entre rama de cerezos en flor del Valle .
Es un paraíso para las abejas...
¡No ovejas!
o las poetas que quieren miel
y no hieles.
1.11.2013
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
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