"me miro a los ojos y me dijo... el orgasmo
tiene nombre, se llama como tú. Y ese día comprendí por qué mi nombre en su
boca era celestial, terrenal, carnal, apasionado... a orgasmos y se llama
Carmen"
REGALADA
En la cautela de una sombra,
a media voz,
a medio desnudar
a medio desvestir la mente
sus ojos me miró y su lengua
mencionó mi nombre entre soldados
de marfil…
Erizar la piel a siete metros, a punto
de tocar el universo,
a mitad de un orgasmo
a mitad de entrar en tu piel
a mitad de descender al tercer
infierno, a mitad
escuché mi nombre erizando a mi piel
y calló los arsenales contrarios
de aquel, tuvo o pudo ser,
y, ya todo es.
Comprendí que mi nombre en su boca,
su piel era: terrenal, celestial,
endiabladamente sensual y apasionado
-regalada cual orgasmos-
con nombre de mujer.
30.10.2016
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
todos los derechos de autora
foto de
Comentarios
Publicar un comentario