LA TERNURA
-no es marginal-
Es la ósmosis ventricular del corazón,
descarnado y desnudo, él que se deja
fallido… desorientado
contradictorio
no busca apenas una tilde
en palabra,
no reafirmar título de veracidad
nada
tantas veces, es…
silencio, y un mudo desafío
interno.
La ternura es
fiel declarante,
que avisa sin prejuicios
no formula pócimas de piedras
filosofales, se debate
y zanja, apenas sin argumentos
a ese órganos gris, que vuela
como zángano en una caja de grillos.
El -sine qua non- de la felicidad
pasa por la ternura,
la abstracción en un medio que apenas
rompe o cumple el más íntimo
deseo de querer ser ternura
en la persona amada
correspondida o no.
El amor ilimitado e incondicionalmente,
cuando se descentra
para ser vínculo de la utopía.
Ternura y felicidad es casi decir
amo… te amo…
aún no teniéndote
te amo, si cabe más.
28.9.2016
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todo los derechos de autora
foto del muro de Ana Alonso
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