LA FEMINIZACIÓN DE LA ESPIRITUALIDAD…LA MUJER COMO
NÚCLEO Y CENTRO
La teología feminista… Creemos que hemos logrado
algo en un tú a tú con las religiones y por supuesto algunas mujeres hemos
logrado salir del triste patriarcado de las religiones desnuda de todo…
incluido los propios textos que se llaman sagrados.
Si acaso, algún que otro capítulo, algún que otro
personaje bíblico vale como referencia a cuanto nos hizo ver claramente por
donde fueron los tiros y el discernir de las llamadas escrituras de todos los
tiempos en las distintas religiones.
Después de leer y releer un gran número de teólogas feministas, como latinas, europeas,
realmente no llegas a mucho más de lo que leyendo la Biblia se puede entrever,
si lo haces desmenuzando y sabiendo cuando fueron escritos, para quienes fueron
y el fin que se buscaba con ellos, ya que fueron escritos a posteriori de las
situaciones dada en aquellos relatos.
Crear unos textos sagrados con un fin concreto de
pueblo único que da identidad a un pueblo sin tierra, errante y peregrino de
ella, y de un mesías por nacer.
Al final he llegado a un gnosticismo, en todas las
creencias basadas en las creencias de otros… y como alguna vez escuché al
Teatino Antonio Oliver la fe se ha de vivir partiendo de una tabla rasa… y así
es como mi fe partió, y no solo partiendo yo, sino partiendo la misma tabla
para llegar a lo más profundo de aquellos credo y dogmas que nos inculcaron
desde niña que llevamos tejidos en nuestras costuras del alma.
La mujer no nace sola con una fe, nace con la fe
adquirida por nuestras madres y abuelas… caminamos con sus miedos, con una
incultura abusiva arbitraría e intrusa a
nosotras. La mujer debe partir y buscar una teología fuera de la teología
patriarcal fuera de los textos y canon de los escritos de todo antepasado… No importa partir de cero en el año 2020 no
importa el año ni el siglo. Aquello que de verdad importa, es que sea una
feminización teológica liberadora de cliché o tabúes misóginos, y que recoja a
una mujer libre de prejuicios ideológicos de toda índole con los derechos de
persona y ser humano, y que para nada tiene que ver con la teología feminista.
Que sea capaz de recoger de verdad cada historia de mujeres que fueron tejiendo
sus rotos con o fuera de las religiones…
La feminización de la espiritualidad… la mujer como
núcleo y centro
La mujer de hoy, no quiere templos donde se adore a
un dios varón que necesita tener a un mesías varón, que te promete la gloria
bajo los sacrificios, autocensuras y estigmas más crueles para hacer historias con las historia
de la mujer. Utilizar, expoliar, desnaturalizar y reutilizar un modelo de mujer
para supervivencia de una clonación indivisible dentro de la cultura al margen
de las necesidades propias de ella, las religiones ilustradas no sirven a para
la mujer de hoy, ni la del mañana porque tampoco le valió a nuestras madres,
aunque se fuese abriendo huecos
A la mujer de hoy ¡Religión ilustrada! aunque sea
por mujeres impartidas tampoco les vale, porque no parte de un caer templos
sino seguir o conseguir estar en ellos, casi con igual identidad, siguiendo o
fomentando el patriarcado de ovarios.
Habría que exigir dejar los templos vacios de imágenes,
de misales, de sagrarios y empezar a comenzar danzando con la danza ancestrales
de las que fueron quemadas en hogueras. Y por supuesto desmenuzar desde ahí la
parte más sagrada de la mujer, nuestra sexualidad y genitalidad… sin los
paradigmas de la maternidad como pilar impuesto.
16.6.2016
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
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