ESE NIÑO

De ojos grandes y moreno
regordete y tranquilo,
dormilón; menos a la hora...
de la siesta.
Es un niño como cualquier otro,
sosegado y bonachón,
nacido a la sombra de una hermana
mayor que lo defendiera,
<luego él daría caña y guerra>
niño de los años cincuenta.

De ojos grandes y moreno
regordete y tranquilo,
dormilón; menos a la hora...
de la siesta.
Es un niño como cualquier otro,
sosegado y bonachón,
nacido a la sombra de una hermana
mayor que lo defendiera,
<luego él daría caña y guerra>
niño de los años cincuenta.
Niño de andar detrás de ella,
de buscar la mano cómplice
cuando antes de dormir, visitabamos
a la luna lunera que asomada
por los tejado con ojo guiño
cuentos de miedo nos dijera,
y en las sombras chinesca
de aquellas paredes encaladas
correr nos hiciera,
mientras las gallinas dormitaban
en los palos de una escalera
de madera...
< siempre era el primero en salvar
aquel miedo-frontera>
Niño de travesuras de querer
jugar a ser mayor, columpiándose
de mis trenzas, y a dar con su melón
en mi cabeza…
Niño de pocos libros, y listo
para hacer pellas*
Niño que aprendió pronto
a buscar el calor de las ubres
de aquel ganado sustento
de la casa,
de ir a segar cuando la noche
aún en el campo era,
de coger del verde olivar
a la aceituna con escarcha.
Niño de gusto arraigados,
de manjares escogido,
niño que siempre fue
¡El niño de la casa!
Mi hermano Juan, corazón
de león, amante de los suyos
de sus amigos, siempre abierta
tiene sus manos, su casa
su lacena.
Felicidades hermano.
Nunca es tarde para recordar
-los cariñosos melonazos-
Te quiero.
24.6.2016
Carmen Hernández Rey
©®Autora extremeña
todos los derechos de autora
*novillos en el colegio
En esta foto mi hermano tendría diez u once años, y yo dos más que él
de buscar la mano cómplice
cuando antes de dormir, visitabamos
a la luna lunera que asomada
por los tejado con ojo guiño
cuentos de miedo nos dijera,
y en las sombras chinesca
de aquellas paredes encaladas
correr nos hiciera,
mientras las gallinas dormitaban
en los palos de una escalera
de madera...
< siempre era el primero en salvar
aquel miedo-frontera>
Niño de travesuras de querer
jugar a ser mayor, columpiándose
de mis trenzas, y a dar con su melón
en mi cabeza…
Niño de pocos libros, y listo
para hacer pellas*
Niño que aprendió pronto
a buscar el calor de las ubres
de aquel ganado sustento
de la casa,
de ir a segar cuando la noche
aún en el campo era,
de coger del verde olivar
a la aceituna con escarcha.
Niño de gusto arraigados,
de manjares escogido,
niño que siempre fue
¡El niño de la casa!
Mi hermano Juan, corazón
de león, amante de los suyos
de sus amigos, siempre abierta
tiene sus manos, su casa
su lacena.
Felicidades hermano.
Nunca es tarde para recordar
-los cariñosos melonazos-
Te quiero.
24.6.2016
Carmen Hernández Rey
©®Autora extremeña
todos los derechos de autora
*novillos en el colegio
En esta foto mi hermano tendría diez u once años, y yo dos más que él
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