BOCADO DE CAIMÁN

 

"el rictus inútil cesa... la venganza serena ríe, porque no importa ya nada" poética extremeña -chrey-

 

BOCADO DE CAIMÁN

Nunca más mis líneas serás 
-bocados-
en dientes de caimán, 
postulantes en una fe de errores 
incorpóreo a esta vida
sin concluir.
Es errado santificar las cruzadas
irreverencias,
cuando se dice aquello que no es debido
decir
-sin más-
Al final y al comienzo
las erratas no basta apostillar
como tal, cuando de antemano
se ha de publicar sin desliz
con yerro, sin lapsus
y con el gazapo del disparate
más soez.
Limé molares propios y ajenos
-más-
lo suficiente, 
para no tener que recoger
a mi cabeza en pedazos entre ellos.

Amar, amar locamente tiene un precio
a veces demasiado caro y exótico, porque...
asola a la risa como el calor 
evaporado en tormenta de invierno,
colándose por las rendijas de la ventana.

¡Sutil y ligeramente huye!
sin que te des cuenta,
como no te das cuenta de la mordida
en boca de un depredador.

Fui pasto en boca de caimán, 
rotas mis tejas, asolado mi tiempo
en la amargura tormentosa 
de la disimulada y ácida lluvia 
en mi ceguera.

El rictus inútil cesa, la venganza
serena ríe, porque no importa
nada ni su piel, ni mi piel...

-como adorno-
de un bolso de Dolce Gabana.

Equivocarse importa lo justo,
amar 
-todo-
de hecho amo
Ya
26.5.2016
Carmen Hernández Rey
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foto de Ana Ceballos