"entiendo
a mis emociones, disculpo a mis emociones, creo en ella… pero aprenderé,
destaparé a mis ojos, e iré al lado junto a ellas, y no detrás de ellas"
poética extremeña -chrey-
Llegan
y te cogen a traspiés...
Vas con
el paso cambiado,
con
la escucha cerrada
a
todo pre-aviso
y,
tus cerrados, tapados aún
por
ese sueño de amor salvaje,
historias
del ayer en amores
romántico
y platónico.
Es
por eso que las emociones
se
hacen dueñas del pulso,
te
turban, te enloquecen
exprimen
ese último ápice de cordura
y
vuelves a un tiempo de pasos
equivocados,
recaer
en los deseos más carnal
de
tu existencia.
Lugar
olvidado, espacio inexistente
para
esos pies ajustado y puestos
en
la tierra…
Las
emociones te hacen
ir
detrás de ti… olvidan los SOS
de
aquellos cambios y rumbos
de aceras
que tejen sombras
funestas,
que
pretende aislarte de sonidos
escuchar
alarmas de sirenas,
poco
puedes hacer aislada
cuando
tus ojos, ya no ven
por
tus retinas sino que ciegos
miran
a través de quien ciega
te
deja.
Las
emociones siempre, siempre
te
sujetan, te adentran, te inmovilizan
y te
muerde en esa parte que más duele
la
que más te estanca,
te
deja sin crecer,
porque
las emociones del corazón
suspenden
en una nube ficticia,
en
el cielo más débil,
donde
la indefensión se coge
como
arma arrojadiza.
183.2016
Carmen
Hernández Rey
foto
de José Luis Gómez Guerra
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