CHELÍN
SOMALÍ

Vale
mi alma hoy.
Por un minuto la vida pasa
a, no tener interés alguno,
a cuestionarte el sinsentido
de todo,
hasta te cuestiona los mismos
porqué del porque.
Por un minuto la vida pasa
a, no tener interés alguno,
a cuestionarte el sinsentido
de todo,
hasta te cuestiona los mismos
porqué del porque.
¿Por qué esperar una fecha
caduca, casi programada entre
tus costuras?
Son preguntas que antes leí,
que me hicieron pensar
-cuánto dolor-
Y, no realmente no es dolor
es vacio y ver la vida como realmente
es, sin tanta necesidad de perdurar
o necesitar un cielo que te devuelva
a ella,
necesitar creer en unos seres mágicos
que te hagan pensar que la bondad
pasa por querer persistir después de esta
vida…
No es curiosidad, sino ver la necedad
que hay en tantas obsesiones,
citémosle, amor, dinero, salud,
fantasías, estatus o reconocimientos
personales.
Un chelín somalí
¿Cuánto vale?
una vida humana
¿Cuánto deja de valer?
cuando la sitúas en el escalón
donde -lo importante-
no es supervivir.
¿Qué precio le damos?
¿valoramos terminar con la propia
existencia, antes de apurar el último
trago de ese elixir llamado vida,
acosta
de qué?
¿Qué estamos dispuesta a pagar
hasta donde estamos dispuesta
a pujar?
Sin haber sido preguntada
sí nos interesaba existir aquí,
ni siquiera firmar un acuse de recibo.
A veces la existencia te hace concebir
-el absurdo- de la propia existencia
y se te presenta con menos
valor, que un chelín somalí.
17.3.2016
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
foto de la web
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