¡FELICIDADES!
ANDALUSÍES DE SANGRE Y DE ADOPCIÓN
Nací en Extremadura por la cabezonería de mi padre a no emigrar a Huelva junto a sus padres y hermanas-os.
Soy extremeña de nacimiento y Choquera de sentimientos.....
Andaluza de sentimientos, y porque desde niña soñaba estar junto a mis tías y primas, y sobre todo con mi abuela Hilaria...Ella era mi única abuela, ya que no conocí a mi abuela Carmen, pues murió cuando mi madre tenía once años.
Todo mi amor de nieta era pues para ella, y se lo ganaba a pulso a pesar de verla ¡ tan poquito! Ese tiempo era mágico, era vivir por muchas horas ese sueño de niña y abuela.
Cuando iba a Huelva dormía siempre con ella, en una cama grande, mi abuela y mi abuelo Juan y yo, recuerdo su pequeña alacena dentro del dormitorio ahí siempre tenía un bote de leche condensada del cual yo, cogía y relamía una y otra vez entran do la cuchara dentro del bote…
Mi abuela me contaba historias, cosas de la casa, de mis tíos y mi padre, hasta de su propio marido -mi abuelo- mientras vendíamos huevos de puerta a puerta, y lo que no me gustaba ¡ nada, nada! y hacía a regañadientes, era tomar aquellos huevos crudos, cuando se cascaban algunos del cesto...
Pero sí, se ponía sería y había que hacerle caso.
ANDALUSÍES DE SANGRE Y DE ADOPCIÓN
Nací en Extremadura por la cabezonería de mi padre a no emigrar a Huelva junto a sus padres y hermanas-os.
Soy extremeña de nacimiento y Choquera de sentimientos.....
Andaluza de sentimientos, y porque desde niña soñaba estar junto a mis tías y primas, y sobre todo con mi abuela Hilaria...Ella era mi única abuela, ya que no conocí a mi abuela Carmen, pues murió cuando mi madre tenía once años.
Todo mi amor de nieta era pues para ella, y se lo ganaba a pulso a pesar de verla ¡ tan poquito! Ese tiempo era mágico, era vivir por muchas horas ese sueño de niña y abuela.
Cuando iba a Huelva dormía siempre con ella, en una cama grande, mi abuela y mi abuelo Juan y yo, recuerdo su pequeña alacena dentro del dormitorio ahí siempre tenía un bote de leche condensada del cual yo, cogía y relamía una y otra vez entran do la cuchara dentro del bote…
Mi abuela me contaba historias, cosas de la casa, de mis tíos y mi padre, hasta de su propio marido -mi abuelo- mientras vendíamos huevos de puerta a puerta, y lo que no me gustaba ¡ nada, nada! y hacía a regañadientes, era tomar aquellos huevos crudos, cuando se cascaban algunos del cesto...
Pero sí, se ponía sería y había que hacerle caso.
De esas historias muchas se olvidaron, y otras se quedaran como pacto entre nieta y abuela...
Sé, que yo era una de sus nietas especiales, y la recuerdo peinando mi pelo y haciendo mis trenzas, peinándose en el patio a la claridad y asomada en un espejo, para hacerse sola su moño, plateado.
Cómo no recordar el día que me llevo a la peluquería para que me cortaran el pelo...fue la primera vez, que fui a la peluquería y que me cortaban el pelo, y mi abuela fue inflexible, por más que lloré y dije que mi madre no quería que me lo cortase...no la convencí, solo dijo -tu madre no está, y para cuando te vayas lo tienes otra vez largo-
Recuerdo nuestros pactos cuando me compraba algo, unos calcetines, vestido, pantalón, también fue en Huelva donde me puse por primera vez un pantalón. Adoraba esos pactos de silencios no decir nada, sobre todo porque me hacían sentir especial para ella...como ella lo era para mí.
Sigue intacto el recuerdo de su caminar intentando no pisar piedra, coger lo más blandito del suelo… sus dichosos juanetes, cómo recortaba las zapatillas dejándoles fuera, para que no les apretasen…
Mi especial homenaje en el día de Andalucía, a todas las Mujeres madres y abuelas que han dados su sangre en esa luz tan grande que es la de la tierra andaluza… para todas las personas que amaban, aman, amamos, amaremos… viven y vivieron y vivirán en esta tierra...
Feliz día de Andalucía…el día que yo parí a una gran mujer, a mi hija Celia
26.2.2016
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
foto de la web
Sé, que yo era una de sus nietas especiales, y la recuerdo peinando mi pelo y haciendo mis trenzas, peinándose en el patio a la claridad y asomada en un espejo, para hacerse sola su moño, plateado.
Cómo no recordar el día que me llevo a la peluquería para que me cortaran el pelo...fue la primera vez, que fui a la peluquería y que me cortaban el pelo, y mi abuela fue inflexible, por más que lloré y dije que mi madre no quería que me lo cortase...no la convencí, solo dijo -tu madre no está, y para cuando te vayas lo tienes otra vez largo-
Recuerdo nuestros pactos cuando me compraba algo, unos calcetines, vestido, pantalón, también fue en Huelva donde me puse por primera vez un pantalón. Adoraba esos pactos de silencios no decir nada, sobre todo porque me hacían sentir especial para ella...como ella lo era para mí.
Sigue intacto el recuerdo de su caminar intentando no pisar piedra, coger lo más blandito del suelo… sus dichosos juanetes, cómo recortaba las zapatillas dejándoles fuera, para que no les apretasen…
Mi especial homenaje en el día de Andalucía, a todas las Mujeres madres y abuelas que han dados su sangre en esa luz tan grande que es la de la tierra andaluza… para todas las personas que amaban, aman, amamos, amaremos… viven y vivieron y vivirán en esta tierra...
Feliz día de Andalucía…el día que yo parí a una gran mujer, a mi hija Celia
26.2.2016
Carmen Hernández Rey
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