"octubre es así… nunca supe porqué aquel mes… por qué aquel vestido… por qué aquel pastel… el por qué de tantos por qué" poética extremeña. c.h.r
MORDÍ LA ROSA.
El armario estaba repleto, cajas y más cajas, de todos los tamaños y colores… ...
Saqué todo aquel material inservible, y fui abriendo caja a caja una por una; papeles que nada decían, mientras otros decían más de la cuenta: Facturas y más facturas, algún que otro recorte de prensa o revista, invitaciones de bodas, cintas de regalos, corcho de alguna botella de vino. Libretas con escritos viejos, zapatos incómodos, alguna que otra bufanda o chaqueta raquítica…
¿Cómo pude caber en aquello? ¡En fin! de todo un poco, de poco un mucho las fui abriendo una por una hasta llegar a una grande, cerradas con cintas blancas.
MORDÍ LA ROSA.
El armario estaba repleto, cajas y más cajas, de todos los tamaños y colores… ...
Saqué todo aquel material inservible, y fui abriendo caja a caja una por una; papeles que nada decían, mientras otros decían más de la cuenta: Facturas y más facturas, algún que otro recorte de prensa o revista, invitaciones de bodas, cintas de regalos, corcho de alguna botella de vino. Libretas con escritos viejos, zapatos incómodos, alguna que otra bufanda o chaqueta raquítica…
¿Cómo pude caber en aquello? ¡En fin! de todo un poco, de poco un mucho las fui abriendo una por una hasta llegar a una grande, cerradas con cintas blancas.
Deshice el lazo y abrí el papel blanco, dentro una corona y un ramillete de azahar en perlas nacaradas… El tul blanco, un poco amarillento y debajo aquel traje blanco con motas bordadas… de pie delante del espejo, lo puse sobre mi talle…
¡Ay! dios, quien pescara aquel cuerpo, en este hoy sin tantos miedos…
¡Nada! por más que intenté, no me quedaba bien ni el velo…
Miré lo zapatos, con talón descubierto, en una cosa -pensé- fui practica ¡Por lo menos! A mi espalda un reguero negro de bolsas llenas, todas de viejos recuerdos, unos más recordados y otros olvidados por completo… Por un instante, -pensé- ¿Qué hago, lo doblo y guardo?
¿Hago otro nudo, y le encierro qué esperará ahí adentro?
Y con las corona, la cogí y puse en el pelo... ¡Rídicula total!
¿qué hago, para qué la quiero? Corona de princesa, sin cuento…
Até todo como estaba, abrí una gran bolsa negra, y dentro fue el traje blanco, con mi duelo negro…
En mi boca, una rosa… y las espinas una a una fueron hacían fueron callendo, adentro todas, tan adentro y anudadas como la caja ciegas en viejos recuerdos, y dentro de mí y aquel triste y blanco duelo.
¡Era de esperar! tarde o temprano el basurero llama dos veces sin preguntar sí aquella risa era nerviosa, o si el lloro era de duelo... o simplemente era por aquel hedor que la falta de óxigeno dejó adentro...
14.10.2015
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
foto del muro de Nelly Casas
¡Ay! dios, quien pescara aquel cuerpo, en este hoy sin tantos miedos…
¡Nada! por más que intenté, no me quedaba bien ni el velo…
Miré lo zapatos, con talón descubierto, en una cosa -pensé- fui practica ¡Por lo menos! A mi espalda un reguero negro de bolsas llenas, todas de viejos recuerdos, unos más recordados y otros olvidados por completo… Por un instante, -pensé- ¿Qué hago, lo doblo y guardo?
¿Hago otro nudo, y le encierro qué esperará ahí adentro?
Y con las corona, la cogí y puse en el pelo... ¡Rídicula total!
¿qué hago, para qué la quiero? Corona de princesa, sin cuento…
Até todo como estaba, abrí una gran bolsa negra, y dentro fue el traje blanco, con mi duelo negro…
En mi boca, una rosa… y las espinas una a una fueron hacían fueron callendo, adentro todas, tan adentro y anudadas como la caja ciegas en viejos recuerdos, y dentro de mí y aquel triste y blanco duelo.
¡Era de esperar! tarde o temprano el basurero llama dos veces sin preguntar sí aquella risa era nerviosa, o si el lloro era de duelo... o simplemente era por aquel hedor que la falta de óxigeno dejó adentro...
14.10.2015
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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