Némesis, balanceadora alada de la vida, cara oscura de la
diosa, hija de la justicia, y sus mencionadas "Diamantina bridas" que
frenen "las insolencias de los frívolos mortales". Mesomedes de
Creta.
Física y mental
intima -sin intimar- con mi razón.
Ella, que sin razones insta
a saber de más
de...
No sé qué... y qué sé yo
¡Ni de mí...!
Como coplas en boca apostadas
igual que tacones dispuestos
en teclas de un acordeón
-sin discutir- letra
en mí deduce mi yo
más estepario y gnóstico
para escupir que mejor sería
ser, "la Olympia- de los cuentos
de Hoffman"
Me iría bastante mejor
antes de plegarme a la sangre
aria de un Cupido ido
que no acaba de marchar.
No sé las tornas que
buscan el lugar tierno
ahora ya... -sin tronos-
o la vaga sonrisa que deja
un recuerdo
ni la mueca triste
de un pudo ser y no quiso
"fatídicamente nunca sabría ser"
-la pasta- es de fuego
y funde todo... es destino.
El mío ser canícula de distancia
mental-física-mental-íntima
-sin intimar-
con razón y sin razones
a un corazón esquizofrénico
-el mío-
Pero detesto ser un
personaje
de taberna,
o diosa de Ramnonte.
Y maldigo a los canto Ciprios
cuando de mí hablan.
29.5.2015
Carmen Hernández Rey
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