"No importa que utilicemos palabras que nunca escribimos
Lo peor es utilizar palabras que no sentimos...eso es lo terrible y perjudicial -para la salud-
del corazón y la cabeza...
Del alma ¡ni te habló! ella nunca encuentra palabras oportunas" poética extremeña. c.h.r
A LA SOMBRA
De mi propia mascara reconozco.
Reconozco que es reír
y que reír me costará absorber...
a mi propia sangre
y quizás,
-también-
un ir sacando uno a uno
esos gusanos
que crecen en mi cascara
de nuez,
¡Creo que nunca fue buen fruto!
quizás obtuvo poca materia gris
y como alimentos
para nadie más es inútil.
Si quito la sombra en la cual
me oculto,
quedo en la faz de no sé quien
oculta mi rostro se deja caer
como la goma que sujeta
la máscara de un carnaval
o las chinescas pantomimas.
Lo peor es utilizar palabras que no sentimos...eso es lo terrible y perjudicial -para la salud-
del corazón y la cabeza...
Del alma ¡ni te habló! ella nunca encuentra palabras oportunas" poética extremeña. c.h.r
A LA SOMBRA
De mi propia mascara reconozco.
Reconozco que es reír
y que reír me costará absorber...
a mi propia sangre
y quizás,
-también-
un ir sacando uno a uno
esos gusanos
que crecen en mi cascara
de nuez,
¡Creo que nunca fue buen fruto!
quizás obtuvo poca materia gris
y como alimentos
para nadie más es inútil.
Si quito la sombra en la cual
me oculto,
quedo en la faz de no sé quien
oculta mi rostro se deja caer
como la goma que sujeta
la máscara de un carnaval
o las chinescas pantomimas.
No basta en dejar a mi rostro
de frente a ese concurso de posiciones
a jueza de mí misma
¿Acaso soy yo la Débora
lean y sabía, la justa?
¿Son mis manos aquellos
favores de Judit,
o la belleza de Esther...
Serán mi guerra y victorias?
¡No!
No tendré la clemencia
ni la sapiencia legítima
tampoco la ardua templanza
que esgrima un sable
sin acero
menos un perdón sin compasión
o algo de clemencia
para esta mi sombra...
Sí reconozco que la luz
tienen contraluces y sombras
que los rostros no todos están
sin mascaras de bondad
que dicen en sus etiquetas
y que las tinieblas a veces
no son tan imitaciones
y las bocas que sonríen
guardan la sonrisa de un payaso
que esconde la suprema
estupidez...
Río... esta tarde río
de mí misma
ja-ja-ja
-de mí-
de la misma sombra
para cuando ella sin imponga
yo venga
y en la impronta imposición
yo sea su última ironía
burlesca.
17.7.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
foto de la web
de frente a ese concurso de posiciones
a jueza de mí misma
¿Acaso soy yo la Débora
lean y sabía, la justa?
¿Son mis manos aquellos
favores de Judit,
o la belleza de Esther...
Serán mi guerra y victorias?
¡No!
No tendré la clemencia
ni la sapiencia legítima
tampoco la ardua templanza
que esgrima un sable
sin acero
menos un perdón sin compasión
o algo de clemencia
para esta mi sombra...
Sí reconozco que la luz
tienen contraluces y sombras
que los rostros no todos están
sin mascaras de bondad
que dicen en sus etiquetas
y que las tinieblas a veces
no son tan imitaciones
y las bocas que sonríen
guardan la sonrisa de un payaso
que esconde la suprema
estupidez...
Río... esta tarde río
de mí misma
ja-ja-ja
-de mí-
de la misma sombra
para cuando ella sin imponga
yo venga
y en la impronta imposición
yo sea su última ironía
burlesca.
17.7.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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Carmen H.R
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