SERE
La mirada que sin decir
nada te habla
apenas un silbido interrumpiendo
aquello que prometiste
decir cada día.
Seré... seré el tacto de la rosa
en tu piel
seré de tu piel el aroma
de la tierra recién bendecida
por la lluvia...
Seré... seré... seré
la antepenúltima sílaba
de todos los te quiero
en ella seré la magna
alegoría que no desfallece
¡No!
En los pensares seré la luz
de una pupila a punto
de caramelo en la comisura
de tu boca
y allí sembraré de mi jardín
las semillas de mis huellas
¡Todas, ellas, únicas... todas!
hablarán sin palabras
de los poemas que esconde
el corazón que te piensa
y desea.
12.11.2014
Carmen Hernández Rey
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