LOS MISERABLES...
"Ser un presidiario;
es decir, el ser que en la escala social carece hasta de sitio. Después del
último de los hombres está el presidiario." Cap.1º Libro sexto. Victor
Hugo.
Con buen criterio, mi
querida amiga Mer, me dice... -la poesía debe ser utilizada como arma que
desarme y haga público toda ignominia donde la sociedad engulle a la persona
más débil. Si no tiene la capacidad de denunciar con su ojos críticos aquello
que las personas vulgares no somos capaces de ver... La poesía es algo banal y
fútil... algo más añadiera yo es... ¡Frívola!.
Cada rincón de esta gran
ciudad de Praga es para estar soñando semanas y semanas, y aún sigo sin saber
qué decir de toda su belleza, que se acumulan en mis retinas, no encuentran
salida de dentro muy dentro, de mi propia alma, es ahí donde la tengo, par no
perderla.
Praga es una maravilla de
ciudad, y mis expectativas quedaron por encima de cuanto esperaba de ella... Me
llevó a un mundo visto en películas de otros siglos, y quizás en muchos,
-demasiados momentos- a una obra incomparable del gran Victor Hugo... Su
novelas "Los Miserables" estaban patenten en aquellas personas
atrincheradas en medio de tanta belleza.
Sus rostros me escupía,
como debe escupirnos al ver a un hermano o hermana "derrotados" por
este sistema neocapitalista, y flotando en una eterna nube etílica, refugio de
la miseria colectiva... Sí, nunca he visto a tantas personas ebrias en la
calle, y con tan poca edad... Me sorprendió ver en una misma postura por horas
y horas a chicos, de poco más de veinte años... y cuando digo horas y horas
hablo de más de ocho horas, con la sola compañía de un perro acurrucado junto a
él.
Aún sigo masticando entre
mis pestañas, tanta luz, y tanta belleza... Pero ¿Y la pobreza, la miseria, de
los-as miserable?
¿Que hago?
¿Dónde los sitúo?
¿En que parte de mí los
cojo y los guardo, los encarcelo para olvidarlos?
¡Olvidar que yo misma
forma parte, de... esa "Cárcel" de tanta miseria, dolor, silencio,
olvido...!
Sí entre tantos turistas
yo era una más, que pasaba, que les dejaba horas y horas arrodillados y tirados
dentro de una cárcel peor de aquella que tiene un día y mes, año de salida.
Victor Hugo, estuvo en
muchos momento describiéndome el siglo XIX, en este siglo XXI, tan idéntico, se
coló para decir que la poesía tiene que tener ojos, boca, y dientes para morder
a la injusticia.
P.D: Gracias Víctor Hugo,
gracias mi querida Mer
5.9.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
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