"La música nos inventa un pasado apócrifo, un pasado que ignorábamos, y nos hace lamentar desventuras que no sufri...mos y pagar culpas que no tenemos"Oscar Wilde
DOY ESQUINAZO
A la raíz de un verbo...
Muerdo, mastico del tiempo
el polvo con nombre de vacíos,
idas y venidas,
mastico de las soledades,
una, dos, y a veces
mas de tres,
parece ser.
Voy dando al fuego,
el oxígeno preciso,
para no esconderte en las nocturnas
letras y sus diatribas,
No, no y no quiero dar esquinazo
a la llama que confabulan
con tu nombre,
hacen diatribas
se superponen
agarran a mis vísceras
se adentran en mi materia
gris, esa que solo
debiera ser gris,
y no una logística
de la tuya.
Esquino doy, reparto
por ti,
y cien veces rompí barajas
de reyes y damas de bastos,
serré al unicornio
aquel cuerno inventado
-pero necesario-
para soñar y no morir...
Esquino a mis alas en este
proceso maldito de cuerpo
y mariposas que no encuentras
sus alas,
que no saben que el ácido
del estómago es destructivo
para vivir eternamente sin te piensan...
¡Cómo no pensarte!
Si la vida lleva tu nombre
y mi cuerpo sigue agarrado
con alfiler sin puntas,
se columpia en un trapecio
mortal-polar
donde la triste rutina
solo necesita un ojo para mirarte
porque el otro se envidia.
Esquino y doy
Segundos de milenios
de esta mi vida,
ella que nació sin propiedad
de horas,
dentro de las esquirlas de las alma
buenas
-mi alma mortal-
hoy, siempre tendrá el nombre
¡Desleal!
A pesar de no ser la dueña
de uno,
ni dos ni tres
asiento
cuerpos,
ni diván.
cerebros
corazón
columnas
Tres orillas para vivir,
descansar, morir en ese
número perfecto sacro,
que seccionaría con vida.
Hoy ganaría un ojo
dos son
-demasiados-
para verte uno es suficiente,
me bastaría,
porque tu imagen va
impresa en mi ADN.
11.7.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
foto del muro de Cecilia Jiménez
DOY ESQUINAZO
A la raíz de un verbo...
Muerdo, mastico del tiempo
el polvo con nombre de vacíos,
idas y venidas,
mastico de las soledades,
una, dos, y a veces
mas de tres,
parece ser.
Voy dando al fuego,
el oxígeno preciso,
para no esconderte en las nocturnas
letras y sus diatribas,
No, no y no quiero dar esquinazo
a la llama que confabulan
con tu nombre,
hacen diatribas
se superponen
agarran a mis vísceras
se adentran en mi materia
gris, esa que solo
debiera ser gris,
y no una logística
de la tuya.
Esquino doy, reparto
por ti,
y cien veces rompí barajas
de reyes y damas de bastos,
serré al unicornio
aquel cuerno inventado
-pero necesario-
para soñar y no morir...
Esquino a mis alas en este
proceso maldito de cuerpo
y mariposas que no encuentras
sus alas,
que no saben que el ácido
del estómago es destructivo
para vivir eternamente sin te piensan...
¡Cómo no pensarte!
Si la vida lleva tu nombre
y mi cuerpo sigue agarrado
con alfiler sin puntas,
se columpia en un trapecio
mortal-polar
donde la triste rutina
solo necesita un ojo para mirarte
porque el otro se envidia.
Esquino y doy
Segundos de milenios
de esta mi vida,
ella que nació sin propiedad
de horas,
dentro de las esquirlas de las alma
buenas
-mi alma mortal-
hoy, siempre tendrá el nombre
¡Desleal!
A pesar de no ser la dueña
de uno,
ni dos ni tres
asiento
cuerpos,
ni diván.
cerebros
corazón
columnas
Tres orillas para vivir,
descansar, morir en ese
número perfecto sacro,
que seccionaría con vida.
Hoy ganaría un ojo
dos son
-demasiados-
para verte uno es suficiente,
me bastaría,
porque tu imagen va
impresa en mi ADN.
11.7.2014
Carmen Hernández Rey
©® autora extremeña
todos los derechos de autora
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