VINAGRE EN LA BOCA
Me cuesta escribir ácidamente
-creo-
y a pesar de no ser
pera en dulces
-lo sé-
me cuesta,
poner la hiel en el papel,
y sí puedo morderme
los dedos,
masticar mi hígado
separar las aurículas
desechar a mis oídos
hacer desaparecer a mi razón...
-Me cuesta-
hacer de mi hiel tinta,
y describir con mis huellas
a ese ácido clorhídrico
quiero olvidar hormonas
ni siquiera me vale
la gastrina...
Y creo que nada sería
diferente,
todo importaría, tan, cual,
como o igual,
quizás diera gusto a quienes
hablan, escuchan
y viven,
en un cine mudo,
la trágica comedia muda...
Es difícil no caer, en aquella
arquitectura de Vitruvio,
que mis ácidos,
y úlceras no sean dueñas
de la sorna y los sarcasmos,
dejar un fino hilo de hiel,
¡es bueno para poetas!
-dicen-
de raza con estilos
propios...
Yo... Acierto
-casi seguro-
en esa...
-la clase social-
de mí anfi-teatro...
¡Puedo asegurar!
quienes, se creen
pertenecer a la proedria,
a quienes
-les va-
la ima cavea
o la media cavea...
y tambien
a quien le va la marcha
eternamente
en la summa cavea.
No, no me confundo
-si digo-
que en el matroneo
están las más revueltas.
¡Mis bilis!
expuestas pondrían
ser el circo perfecto
con animales de todas especies
¡llenaría la platea!
-los vomitorios-
estarían "patas arribas"
-por hoy-
¡Déjemelos tal cual!
Pero... insisto--
-me cuesta-
la propia vida escribir con el hígado
y que mi tinta
sea verde-bilis,
me conformo...
con el vinagre
-en boca-
26-6-2014
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
todos los derechos de autora
©® Pintura de
Vladimir Fedotko
Comentarios
Publicar un comentario