
CIERRA
Los ojo y no mire....
Tú que orgulloso
mimas el rojo
enamorado de las arterias
escondes a la raíz
como el manantial
se cierra en ellas
intercepta tus párpados y vuelve
tu talle,
mientras acaricio
el satén de tus pupilas...
¡No, no mires!
No sea que al mirarme tu pena
quede en mis dedos
más conclusas,
sobre ellos se cierren
y sin la suave medicina
de tus arterias
Mira la brisa,
que acompañada viene
cuando vuelve de tus espinas
sintiendo el dardo
de tu savia saliva....
Deja, deja que coja
la rosa que se cimbrea
en el rosal,
de bella armonía,
y presta es a darme
su olor en los pétalos
rojos...
Ellos pondrán tul
a este corazón que agoniza,
en este frío de infierno,
huérfano de amor
y sin vida.
31.5.2014
Carmen Hernández Rey.
Autora extremeña.
Foto personal
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