X. Cap. REMORDIMIENTO
"...La Natura es
un templo donde vividos pilares
Dejan, a veces, brotar
confusas palabras;
El ser humano pasa a
través de bosques de símbolos que lo observan
con miradas familiares..." Ch. Baudelaire
Así es... observada, delimitada, confusa en la natura de un templo vivo que quería desmenuzarme, en la dicotomía del yo y la nada. Harta ya de palabras asuntas, de embargos de alma, de tristezas debajo de almohada.
De alaridos de llaves, rehusando entrar en la cerradura de casa. De piedras mullidas que buscan
aquella lana y plumas de horas oscurecidas. Espalda y nuca que sin tregua no se adormilan.
Remordimiento, remordimiento, remordimientos, que se visten con velos de tristezas, sin duelo ni muerta. Agónica tristeza que despierta levantando un muro entre la libertad en el exilio, y la soledad acompañada.
¿Por qué, lloro a la tristeza...?
¿Acaso mi mano se levantó contra Caín, quijada en favor?
¿Fui acaso la Mujer-Eva, talé el árbol del bien hacha en mano?
¿Qué no hice bien, que hice mal...?
¿Por qué mi alma llora la reconquista?
¿Es esta la piedra que usó David contra Goliat?
¿Desde cuándo se llora las ganancias de una reconquista?
¡Ay! Nadie aviso... Nadie puso un hito, un punto de sutura antes de la herida...
Nadie dijo... que dolería tanto salir de esta integrista orbe... de la propiedad social, la intelectualidad mundial y política de las baratijas en la nada, porque nada
concurre.
facilita.
acoge
restaura...
Nada devuelve, a no ser que sea a quel lugar donde partiste en la nada, o la tristeza, a la melancolía donde nadie se hace responsable de tu nada.
Y, si Pilatos se lava las manos, el burgos pide mi cabeza...
¿Quién repara?
¿Quién otorga verdad?
¿Quién da lo perdido?
¿Quién devuelve la
vida?
A quien reclamo mi justicia...
¿Quién pondrá una pica en Flandes, ahora que todo es caos y tristeza?
¡Cuando, cuando corazón que no siente, que no perjura, que no dice la verdad!
¿Cuando, cuando tus manos abrirá el libro, de un mar no muerto en esta noche de tormenta...
Tu palabra alzara a tu cabeza, sin rencor ni venganza, sin dolor, pena ni tristeza...
En la raíz de almendro, pondrás el remordimiento maldito en bandeja de plata, en la mesa de las ofensas, esas que grabaron en tu última cena.
19.4.2014
Carmen Hernández Rey
©®autora extremeña
todos los derechos de
autora
Imagen de Christian Schloe
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