"Que mi voz suba a los montes
que baje a la tierra y truene.
Eso pide mi garganta
Desde hoy y siempre." Miguel Hernández

buscando
por las esquinas a las palabras,
agolpadas
detrás de un muro,
rotas
entre el asfalto de una ciudad
incivilizada
y acosada
con
uniformes que deforman
al
hombre y a la mujer que los viste
y
calza, ¡ay!
Tu
amor me salva, de no romper
a mis
puños errabundos,
gritando
en alto contra las
afiladas
leyes de alambradas,
ellas
que esconde voces de sapos
monseñores
de las ricas
finanzas,
de las pudientes
casta
que vuelan a Londres
como
hicieron todas las rameras
finas
damas.
Tu
amor me salva, me desprograma
de
no coger una granada
y
volar en medio de esos útero
telarañas,
me
salva pensarte
me
salva desearte
me
salva amarte
me
salva volverme
loca
entre los pliegues
de
tu vientre y mi vientre
y...
Me
salva tu amor,
en
estas locas horas
de
violaciones con paños
calientes...
De vendernos
unos
derechos, robarnos unos sueños
vendernos
un calificativo,
robarnos
el derecho a tener
un
nombre, sin coño
que
nos nombre.
Tu
amor me salva...
En
las pequeñas cosas,
en
los pequeños detalles,
tu
amor, me salva de morir
loca
y sola, por las calles...
en
este mundo de
de políticos
viejos,
alcahuetas
parlamentarias
que
viven para trincar
y joder,
porque ellos no saben
Tu
amor me salva
21.12.2013
Carmen
Hernández Rey
©® autora extremeña
derechos de autora
©® OMAR ORTIZ
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