"...Nunca tendré de nuevo lo que la muerte me ofreció,
lo que tan fácilmente abandoné; y que más tarde tanto desearía hasta sufrir.
Los poéticos ojos, el pálido rostro, nunca hallaré de nuevo aquellos labios..."
Kavafis.
BESOS... BESOS...
Morir no quiero, en al atardecer
y no rezar a tus labios,
sin postrar a mi boca de frente
en ese amanecer regalado
de tu boca.
A mis días, no... no les quiero
acabados, sin romper lanzas
contra el tedio,
contra el aburrimiento,
contra la costumbre de:
saberte, y por eso...
tenerte, y por lo tanto...
poseerte, y así...
asumirte, pero...
ocuparte, y...¿Por qué no...?
y, dejar que el descuido crezca,
así merecido desleal...
¡Tedioso y doloso!
Sin más... No, no quiero
que tus besos se pierdan
en tierra ajena, y los pasos
de nadie,
¡Ay! Amor hay... y amo a tu boca
desde aquella sal primera
de mis ojos...
desde aquella sal primera
de mis ojos...
¡Cómo no amor!
Deseándote sigo...
y besar a tus labios codicio
desde aquel primer día,
que sin querer besarte
tus labios con los míos
se cruzaron y besaron
sé rozaron...
¿ Olvidar respirar?
¿Olvidar tu sabor?
¿Olvidar tu calor?
¿Olvidar la fusión?
¿Olvidar a tus labios
en mis labios?
¡Dime, cómo amor, dime
cómo!
No, no quiero acostumbrarme
a tener-te-tus labios.
7.11.2013
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
todos los derechos de autora
foto subida del muro de Duberney Escudero
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10202337068298334&set=a.2381288541885.2136625.1540835521&type=1&theater
Comentarios
Publicar un comentario