SANA... SANA MIKITA,
AMIGA DEL ALMA...
y, sí no sanas hoy, sanarás mañana,
mi amor, decía una voz besando
mis heridas de niña,
madre de regazos, lágrimas
que con besos acallaba.
No puedo olvidar esta retahíla,
ni adormilar en mi pecho la voz
de nana, que quiere ser para "la pupita"
una tirita para el dolor,
y el alma,
cada vez que alguien quiero llora,
sufre o tiene sangre derramada,
en la mente surge, la voz
de mi madre cantando su "Sana, Sana
culito de rana..."
Voz suave, roce de yemas de dedos,
suaves besos en heridas
de niña, que curiosa cae
del cielo en la tierra empedrada,
sangre en chinas,
herida de niña buena
y sana
que solo mira ensimismada
el surgir de una estrella
en sus mente encelada...
Quiero que mi voz que roce
los kilómetros, de agua
y tierra,
que bese a tu dolor de "pupita"
de mujer-niña, curiosa
y de roja gata
que trastea por los tejados
a la estrella de la curiosa
embolada...
¡Sana, sana! Arterias y huesos,
sana, sana, como "culito de rana"
y no dejes hoy lo que curas
para mañana,
¡Mira, que este dolor pesa y vierte
ríos de lágrimas!
Sana, sana culito de rana...
y, sí no sanas hoy,
sana "pupita" mañana.
Mi amor, amiga que de lejos
¡Ay! Tu dolor, cómo duele,
duele, duele
en el alma y sana,
sana, sana mi amor,
sana culito de rana
mientras sigues mirando
a la estrella embolada
en tus tejados del Mar
de la Plata,
la Pampa y la Argentina
llena de niñas que quieren
ser sanadas.
24.10.2013
Carmen Hernández Rey
© autora extremeña
todos los derechos de autora
foto subida del muro de Duberney Escudero
Comentarios
Publicar un comentario