fuerzas inagotables y
perdurables
de adentro hacia las afueras
no es: ni míos ni tuyos, ni tuyo
ni mío,
sin ti, o sin mí,
es dos siéndonos.
¡No!
El amor no son sentimientos de carne
perforadas, parte
extraña
en los adentros,
foráneos, trepanado y esquizofrénicos
cuerpo.
Amor que en intimidad somos
sin ser sin estrangulados
miedos de sentimientos
que se abortan, sin
más
en deseos.
Libertad sin oxígeno,
Tú sabes que amar-nos
Es crecer-nos es crecer-nos
Siendo-nos...
Y ¡No!
Me niego y reniego,
una vez y mil veces
digo ¡No, no y no!
amar-te, mi amor no
es un amor
“To Pierce” o de
cruzadas.
¿Acaso ellas no se
hicieron para un cielo
maldito, de un dios
histérico en infiernos,
de rayos y centellas, pulpo adherente
imantando en el subconsciente de los concebidos
"pecados"
No fuimos desterrados por celos
Del paraíso amor, del nuestro?
sin lunas, luz sin
primas?
perforarnos como el
" To Pierce"
trepanar nuestros
sentidos
hacernos cuerpo
extraño,
vivir un amor maligno
de sentimientos in-sentido?
¡Ah!
¿Es eso amar-te?
Amor, mi amor...
¡No!
Tú, pétalos de trébol
suerte
de la principiante,
mis cuatro hojas
dulzor de mis ojos
de mis mixturas
deleite...
¿Cómo podre dejarme
angostada
y ajena,
vaciarme de tus vasos comunicantes,
acaso no serían morir
de sed,
dejarme enajenada y seca en las aguas
ácidas,
fuera del manantial de tu lluvia?
carne de mi trémula
herida, amar-te es...
Amar universal-mente
cuerpo y alma,
partida de mi universo
depositada y perfecta
en el universo que me
espera.
partimos
impregnada en las miradas, brillo
nuclear de cuatros
estrellas
que se aman de
puntillas,
que se saben ciertas y únicas
7.9.2013
Carmen Hernández Rey
autora extremeña
Foto del muro de
Antonio Gámez
Todos los derechos de autora DAR
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