
EN EL DEVENIR
Hubo ríos que nunca llegaron a la mar.
Hubo ríos que nunca llegaron a la mar.
Mar que no tuvo el viento en su lecho,
tampoco un sol,
aprendió de constelaciones ni supo traspasar
aquel líquido...
A medias pudo ser ese azul del líquido elemento,
a medias recogió el
verde de sus algas,
a medias...
A medias quedó su mundo submarino
en la espera de la rutilante grandiosidad,
y ajeno quedó, el mundo submarino.
Tan ajeno como la arena estoica,
en la expectativa de una bisagra
iconoclasta de auras
y sus mareas
Porque ¿Sin olas se puede ser playas,
mar, océanos, barca que navegue
con velas al viento?
conversación,
cantar en los ecos de las grutas,
guardar clorofilas boscosas,
y descender junto a los cantos rodados
por cada desfiladeros.
En el devenir de la vida soy
lenguaraz, osada y blasfema
y busco a la sal el mar y la arena...
Quiero navegar de nuevo en las nubes
y comenzar mi ciclo
vital,
sin destierro.
17.9.2013
Carmen Hernández Rey
©autora extremeña
foto subida del muro de Argiuolo Gina
Carmen Facebook
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