MÁS SANTAS QUE
PUTAS
Y MÁS BUENAS
QUE MALAS… POESIA LIBERTARIA
Verdad es… tenemos la honra que no quieran
dar
Y, ese trabajo
oficial en nuestro el curriculum
vital, ya sea de
putas o reputas, buenas o malas
y, según sea la
mano de la lengua del calígrafo
o el hablante
de turno.
o resantas de
palmas coronadas en platas
o doradas, y
según se precie la santidad
a merecer sin
cuestionar
las veces a
las que fuimos inducidas
por necesidad
o necedad de ser buenas, santas,
o martires de palma,
Lo de prostituirnos ya viene en otras
manzanas, en los cargos
de muchas
“necesidades” malsanas,
aunque “los meritos” las más de las veces
sea
insubstanciales al mismo
al títulos que borda nuestro escudo
de casa, o cama.
La bondad y maldad es la lepra
que a nuestros nombres
y
apellidos es ese calco maldito
de aquellos
honrados mentideros,
donde se pavonean las
hipérboles
de todo rango, de los señores
de raza, los que se viste por abajo
aunque les guste llevar o romper
bragas...
de mala saña,
somos figurantes de unos papeles
que nunca aprendimos de buena
ganas,
y es que somos eso, lo que otros
dicen que
somos,
en las etiquetas del ninguneo
en bien de algún juramento
“hipocrático” al poder
absoluto de fílósofos
o remuneraciones a expensas
de unos
impuestos.
Somos esa carne maldita de inocentes
en los incautas traiciones,
por la
gracia del dios partido,
partido pan,
aunque para
ello le se lo robemos
a otros, que de eso se trata de...
de buenas y
malas,
de esto, todas sabemos, auqnue sea
un poco,
y las más de
las veces, callemos
bajo la amenza de unas lenguas llamadas
son viperinas, cuando no están junto
a nuestros cuerpos sometidas,
No arrastraremos si es debido como
anaconda
delante el
estrado de turno,
si no queremos ser, putas y malas.
Carmen
Hernández Rey
© Todos los derechos reservados del texto
Foto subida
del Google
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