NAVEGAN
En el rio los sueños,
en la faz del agua
ellos duermen.
Tan solo despiertan en la
morada agua,
alhajada como sagrario
cárdeno.
bautizada por las nubes
a espaldas del rumor
de cualquier silencio.
No más que las de ayer...
Mi pelo al viento se pende
de él,
sin que este acierte a ponerle
la cinta roja…
Añil,
flota dentro de las cascara
de nuez…
buscando la orilla,
la corriente me lleva
a la orilla onírica.
en la margen del ancla
Carmen Hernández Rey
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