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SUPER-VIVENCIA

SUPER-VIVENCIA   -a veces lo que más duele es enterrar lo que aún vive-   Apagué la luz de mis ojos -por miedo- a quedarme ciega, a mostrar la luz interna, la llama… y que no hablasen palabra y media, lo que se adivina con un pestañeo lo que te hace débil en el mal de amor.   Desvíe mis ojos delante de tu figura, dolía verla vestida, cuando tantas veces para mí fue perfecta y desnuda. Roté mi cuello hacia un punto fijo donde mis ojos no te vieran ¡respiré! cogí aire desde mi ombligo, para dejar pasar la inquietud donde mi pulso se acelera.   Acomodé mis pensamientos a preguntas con: inercias, dolor, presagios… a todas las ausencias y a cada brisa que nunca sería ya nuestra. Sí, a veces duele duele mucho duele todo… todo. A veces lo que más duele es enterrar aquello que aún no ha muerto. 31.8.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora ©®

QUIÉN ERES TÚ?

¿QUIÉN ERES TÚ? Infame ególatra, poderoso imán y fuerza para inventar dolor… ... cuando no pena cuando no trena cuando no cadenas cuando no… ausencias ¿Quién eres tú? letras de reglas espartanas/austeras externas/internas corpóreas/extracorpóreas dentro/fuera yo, de ti… nada hago aguas me matas me resucitas me entierras me exhumas como carne muerta del poema ¿Quién eres tú? letras inhábiles poder engreído que a mi ojal de lágrimas, tú una flor huida de la tristeza niegas. ¿Quién eres tú? letras, para morder a mi carne y escupirla en las bastardas miserias. 31.8.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora ©®foto personal

VALE DI

VALE DI   Que mi lengua es sable que mi corazón es una barrena que mis ojos dinamitan que mis manos lapidan que mis brazos alambran que mis piernas empalizan que mi cuerpo cementan que mi cuello ciega que mi boca es pozo que mis hombros precipicios que mi espalda es, telar de cometas que mi ombligo son tierras movedizas vale… Di, de frente.   -a mí- Que mis pechos son clavos que arden que dan sed dan tempestad matan hieren en sus cúpulas, pero... di que tu labios sienten mi fuego que ya no soportas este desvarío de hambre, sed y frio, sin ellos. Vale di que mi cuerpo es un tobogán sin principios y fin de cielo y tempestad universo infernal donde te aferras inmoderadamente inmoralmente abusivamente deliciosamente… Vale di que mi boca es tu libre albedrio. Pero… de frente a mí di. 30.8.2016

ME GUSTA SENTIR-TE

ME GUSTA SENTIR-TE   Ahí donde siempre sé que estás, y con las palabras tan necesarias dinamizando todo... porque cada palabra tuya me concurre, ellas son generosas, divertidas, amenas, hace que el reloj pare en nuestras bocas y lenguas, y el mundo gira sin ellas.   Me gusta sentir-te ahí mismo y siempre donde el dolor aprieta siempre que te miro, eres terrenal en mi   universo de estrella la perfecta y única, palabra justa dando luz, puliendo-nos con el brillo justo, en párpados y pupilas   Me gusta sentir-te en la templanza que te esquiva, la que viene y   viniendo sonriente nos acerca llega en el brocal íntimo y nervioso rompe rictus, rompe risas nos rompe en fidecomiso     Me gusta sentir-te como hace un segundo, una hora, dos meses tres años o cien mil siglos... porque sin buscar se halla, se goza- y, sin conocernos nos sabíamos y, sin vivir nos vivimos… vital-mente vi

LA PIENSO

LA PIENSO   O intento describir, sin lograr apenas flanquear la primera piedra... Asaltar el pensamiento imaginario de las manos y la cabeza de quienes supieron crear una mole de pura y férrea belleza. La pienso y me olvido, del fin último, de la sentencia que adjudica un pliego junto a rezos demasiadas veces masoquistas. Me recreo en las geométricas ventanas, en los rosetones ambivalentes   y valientes a sabiendas que humillarán, arrodillarán a cualquier luz que ose entrar en sus poliedros multicolor. La pienso y me basta recorrer sus calles, sus ábsides, las columnas desde sus basas hasta los nervios que detenidos en sus centros conquista el techo en estrella, haciendo eterna y fugaz absorber tanta belleza La luz impregna, te imprime y comprime como la Polar luminiscencia. La pienso como alguna vez alguien la imaginó, libre de los impuestos de un jefe creador... La Catedral es así... Libre y sin precios de honor la

DESNUDA

DESNUDA Desnudas me bailas luna,   danzas, danzas entre quejidos y risas   de olas, sujeta a mis pezones bailas bulerías de: sol, mujer, luna y agua, danzas en los arrullos de aves marinas y   caracolas en mi pelo en los versos de salve,   tú mar desnudas me dejas mientras   meciendo a mi alma me cantas   ¡Ay!   En tu boca esperando, en tu boca escuchando a la sal en cada ola, acercándose y rompiéndome toda, toda rota de dentro a afuera, entre quejido de luna lunera meciéndome entre olas, amor en quejidos de noche marinera. Desnuda yo,   agarrada a mis pezones tú… luna de agua marinera y sal en las caracolas de tus olas mar, acariciándome de dentro afuera. 27.8.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora ©® foto personal  

DICE LA CANCIÓN...

DICE La canción... " Yo quisiera ser civilizado como los animales"*   DICE La mía canción… Mi corazón: yo quiero tener un amor civilizado un corazón civilizado un pensamiento civilizado un latido civilizado un caminar civilizado. Yo quisiera tener un amor con pétalos rojos en mi almohada. Yo quisiera tener un corazón que sepa reconocer, el punto débil de la espina. Yo quisiera tener una bandada de golondrinas, que me enseñen a volar rumbo al cálido clima de este amor pirata. Yo quisiera confluir a este latido civilizadamente en este palpito disidente que me preside. Yo quisiera echar a volar a mis pasos civilizadamente. Yo quiero tantas cosas imposibles ¡Ya! Abrazarte un minuto -solo- vivirte civilizadamente hacer a este mundo más cuerdo contigo Yo quisiera civilizadamente aplacar el fuego eterno del no olvido, decir tantas cosas, que me he prohibido Yo quisiera amor no haberte

DE NIÑA

DE NIÑA DE NIÑA Buscas el amparo fuerte, que te haga sentir fuera del límite del miedo y que los dragones si vienen no venga lanzando fuego, porque para eso tienes unas manos grandes con extintores sin caducar. Apenas cruzas el umbral de la niñez, ya sientes que las manos van siendo más pequeñas a cada paso que das, tanto que, a veces, parecen que te sueltan aunque tú retrocedas buscando el amparo. Cuando mirar atrás y ese umbral está derruido, ves que el fuego no vienen de boca de dragón, que eres tú misma el dragón, con lava y cenizas, las manos propias o ajenas si quieren poner un corta fuego son estáticas. Tan solo cuando duermes, y en contadas ocasiones, te vuelves a encontrar con aquella niña que, precozmente escuchaba el llanto de Bambi entre los árboles, de aquel bosque donde caperucita no necesitaba cesta con manzanas, queso o miel, lobo o cazador…

UNA OLA

UNA OLA   No es igual a otra, ni siquiera parecida su química iónica o pH siempre será distinta, se lo digo a mis letras, ellas que buscan y rebuscan beber del agua, beber de la brisa, comer con los ojos la luz marina el tintinear de las estrellas cuando cansado el sol duerme en las colinas del mar. ¡No! nunca una ola, es igual a otra, desde Alborán, Chafarinas, a Orán del golfo de Cádiz a Palos, y cabo San Vicente, las olas traen en su rostro, el ácido en molecular de base del maquillaje, y así, así son las letras que a ellas recurren para hacerse poema del mar y el aire; ácidas moleculares, a veces dúctiles a veces maleables, otras indomables a veces algo más que picantes, y otras veces nacen con demasiada sal, vinagre y sangre… Las olas no contiene ese agua pura auto-ionizadas en dosis impalpables y como la poesía puede ser contaminable, y… -las más- algo contaminable. 9.8.201

TE BEBÍ

TE BEBÍ Como se toma el último trago, la gota dulce de agua, de la naufraga, la pócima del dolor último, te tomé. Te bebí de un trago, como lo hace el alcohólico -a escondida- en su abstinencia, cual voyeur a sabiendas que, solo mirar de lejos es su premio y castigo.   Te bebí como la raíz toma el agua del desierto, queriendo ser oasis, ahuyentado lobos del infierno mientras mis dedos apuntaba la luna que naufragaba en las salinas aguas de tu edén y el mío.   Te bebí absorbo, reteniéndote en mi boca, cerrando mis alfileres como prenda hilvanada esperando agujas con hilo de seda, te bebí plantando cara a un torrado suelo mientras mis pies bailaban con luna y las estrellas de tu cara en el mar de mis miedos y mis dudas. Te bebí, de un trago queriendo no despertar nunca en otro licor otro vaso otra agua que no fuese la de tu mar como la suicida que quiere recuperar su vida- 9.8.2016 Carm

LAS IMÁGENES

LAS IMÁGENES Entran nostálgicas en mis retinas, se posan haciendo cabriolas de ojal a ojal en las comisuras de mis ojos, licuan voces en fluidos, no actos para risas, y se abren veredas ciñendo un calor-helado entre iris, pecho y manos que dormir quieren con la sien hueca. ¡Glacial volcánico! en erupción en mente alistado y en tropel   de luna a sol, zafio capitán en el atisbo que demuele imágenes, imaginando mis pies caminan --sin saber- si fue sueño-realidad-verdad este tránsito y camino de vida. Hoy, solo la soledad se hace palpable es real y realidad no sabiendo despertar de un sueño ausente de anteayer     La rutina es esa membrana -opaca todo- se apresura a descomponer el tándem de: vivir o morir, vivir muerta, o muerta seguir viviendo y siempre… siempre ella, opta por la última. La nostálgicas irrumpen como huella de viejo ejemplo, para hacer con naturalidad la pregunta más inoportuna.

UNA ROSA

UNA ROSA Pondré en tu boca, compartida y extenuada brotada de la mía, buscará tu sol, buscará tu lluvia buscará tu agua, buscará tu alma para platicar con la mía. -una rosa- surgiendo alborá en tu boca a mi boca, flor de luna rosa esculpiendo boca a boca los pétalos de la mejor rosa. Pondré, una rosa buscaré entre tus labios y mi boca y esperaré a tus perlas en la herida que no cesa, ubicaré la curvatura hermosa que trenzas a nuestras bocas en la rosa anunciada en la aurora. 7.8.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora foto del muro de

EN MIL GRANOS-SUEÑOS

EN MIL GRANOS-SUEÑOS   De arena, conté las estrellas sí, ellas brillas entre la marea de la playa regocijadas con la blanca espuma, ahí te conté mis penas y alegrías, los deseos con los que mis ojos sueñan, te conté entre el murmullo risueño del agua la risa de nuestras trastiendas, la que sigue buceándome de dentro hacia afuera. Hable a la mar, de la sal marinera la gracia de tu cara, la risa que en mis oídos quedan la que nunca escapará porque se hizo de mí dueña. Allí entre las destinos de la playa brillante de ella, comí a tus ojos como la noche a bocados besa a las diosas que rutilan en ella. En mil granos, en mil olas, en mil letras, en mil versos en un millón de deseo seguiré rompiendo el poema. 7.8.2016 Carmen Hernández Rey ©® autora extremeña todos los derechos de autora ©® foto personal verano en Conil chrey